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Corea del Sur aprueba la Ley Antipantallas: celulares quedarán fuera de las salas de clases a partir de marzo de 2026

Fue aprobada con apoyo bipartidista por 115 de 163 votos, en respuesta al aumento de la adicción digital: 43% de jóvenes de 10 a 19 años presenta dependencia del smartphone.

Corea del Sur, uno de los centros tecnológicos más fuertes del mundo, aprobó una prohibición a nivel nacional del uso de celulares y otros dispositivos inteligentes en las aulas escolares, con la medida prevista para entrar en vigor en marzo de 2026.

La legislación obtuvo apoyo bipartidista en una votación del miércoles en la Asamblea Nacional, con 115 de 163 miembros votando a favor y prohibirá el uso por parte de los estudiantes durante el horario de clases. La medida contará con excepciones para fines educativos, en emergencias y para apoyar a estudiantes con discapacidades.

De esta forma, Corea del Sur planea combatir la fuerte adicción a los celulares inteligentes que sufren niños y adolescentes, junto con garantizar una enseñanza eficaz. La política llegó en medio de preocupaciones de que el uso intensivo de las redes sociales y el acceso digital interrumpían constantemente las clases, socavando el éxito académico y reduciendo el tiempo de estudio.

Una encuesta gubernamental de 2024, reportada por BBC News, indicó que casi una cuarta parte de los 51 millones de habitantes del país dependía en exceso de sus teléfonos, mostrando signos de adicción digital que afectaban negativamente la vida física, psicológica y social. De tal manera, la tasa ascendía al 43% entre las personas de 10 a 19 años.

Asimismo, investigaciones mostraron que Corea del Sur se encontraba entre los países más digitalizados del mundo, con 99% de los habitantes en línea y 98% propietarios de teléfonos inteligentes, las tasas más altas entre 27 países encuestados en 2022 y 2023.

Debate por la medida

La reacción pública a la medida ha sido dividida. Grupos de padres argumentan que el uso excesivo de teléfonos inteligentes impedía que sus hijos estudiaran y construyeran relaciones, así como también señalaron temores de ciberacoso.

En contraparte, grupos defensores de los derechos de la juventud argumentaron que la medida violaría los derechos humanos de los niños, y el sindicato de docentes surcoreanos, el Korean Teachers and Education Workers Union, expresó preocupación de que la ley pudiera infringir los derechos constitucionales de los estudiantes a acceder a sus teléfonos inteligentes.

Sin embargo, Comisión Nacional de Derechos Humanos el año pasado revirtió una postura anterior y afirmó que la confiscación de teléfonos inteligentes no violaba los derechos de los estudiantes, citando efectos negativos.

“La adicción a los teléfonos inteligentes tiene efectos sumamente perjudiciales en el desarrollo cerebral y el crecimiento emocional de los estudiantes”, afirmó Cho Jung-hun, legislador del opositor People Power Party y patrocinador del proyecto, según The New York Times.

Corea del Sur se alineó con una tendencia internacional en crecimiento de imponer restricciones a teléfonos inteligentes. Francia, Finlandia, Italia, los Países Bajos y China han sido algunos de los países que ya han tomado cartas en el asunto. Para finales de 2023, la UNESCO estimó que 60 sistemas educativos aplicaban tales restricciones y que, a inicios de 2025, se esperaba que el número de países que implementan límites al uso de celulares en escuelas aumentara a 79.

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