El dictador venezolano, Nicolás Maduro, denunció que ocho barcos militares de Estados Unidos con 1.200 misiles y un submarino nuclear “apuntan” directamente a Venezuela. Según el líder del régimen chavista, el despliegue representa “la más grande amenaza que se haya visto en nuestro continente en los últimos 100 años“.
Tras elevar a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura de Maduro bajo acusaciones de presuntos vínculos con cárteles del narcotráfico, la administración del presidente Donald Trump instruyó el despliegue militar en aguas internacionales, enfocadas en atacar a organizaciones dedicadas al tráfico de estupefacientes.
“Ellos (el Gobierno de Estados Unidos) han querido avanzar hacia lo que llaman la máxima presión, en este caso es militar, y ante la máxima presión militar, nosotros hemos declarado la máxima preparación para la defensa de Venezuela”, apuntó el mandatario venezolano.
Asimismo, fue enfático en que no teme pasar a la acción: “Si Venezuela fuera agredida, pasaría inmediatamente al período de lucha armada en defensa del territorio nacional y de la historia y del pueblo de Venezuela“. En los últimos días, Maduro ya ordenó la activación de 4,5 millones de milicianos —un número puesto en duda por expertos— y el alistamiento militar de venezolanos en la reserva.
Asimismo, Maduro aseguró que la situación actual que vive su país es “solo comparable, en su momento, con la crisis” de los misiles de 1962, cuando la extinta Unión Soviética trató de instalar armas nucleares de alcance medio en Cuba.
Los dichos del dictador venezolano llegan el mismo día en que Rusia confirmó su pleno apoyo a su país ante las amenazas externas, según un comunicado firmado por el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Riabkov.
“La parte rusa confirmó su pleno apoyo y solidaridad con las autoridades bolivarianas en materia de protección de la soberanía nacional y expresó su enérgico rechazo al uso de instrumentos de presión política y de fuerza sobre Estados independientes“, profesa el escrito.
Las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela
Nicolás Maduro también se refirió a la situación de las relaciones diplomáticas entre Caracas y Washington, suspendidas desde el año 2019. Existen dos canales de comunicación con Estados Unidos: a través de John McNamara, encargado de Negocios interino de la Oficina Externa de los EEUU para Venezuela, y Richard Grenell, enviado especial del presidente Trump.
Sin embargo, el mandatario aseguró que los mecanismos están “malogrados” y “maltrechos”. De la misma manera apuntó al secretario de Estado, Marco Rubio, por sus críticas sostenidas en contra del gobierno venezolano. “Mister president Donald Turmp, usted tiene que cuidarse porque Marco Rubio quiere manchar sus manos de sangre, con sangre suramericana, caribeña, con sangre venezolana, lo quieren llevar a un baño de sangre”, dijo.