El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, ordenó el despliegue de 200 soldados de la Guardia Nacional de Oregón bajo autoridad federal, la última medida del conflicto que tiene el estado de la costa oeste del país norteamericano con el presidente Donald Trump, el que podría llegar ante la justicia.
El líder republicano decidió anunciar el sábado sus planes para enviar tropas de la Guardia Nacional a Portland —la ciudad más grande en Oregón—, en línea con su cruzada de enviar fuerzas militares a urbes gobernadas por demócratas. Así, Trump aseguró que los soldados serían utilizados para proteger instalaciones federales de inmigración contra “terroristas domésticos“, autorizándolos a ejercer “toda la fuerza, si fuera necesario”.
La respuesta desde las autoridades estatales fue inmediata. “A las dos de la tarde de hoy (domingo 28 de septiembre), hemos presentado una demanda en Portland, en la corte de distrito de los Estados Unidos, para proteger a Oregón y sus valores, menos de seis horas después de recibir la notificación”, anunció el fiscal general del estado, Dan Rayfield, en su cuenta de X.
El magistrado explicó en su declaración que, según su visión, el “el presidente ha excedido su autoridad“. “Con un simple pretexto infundado y exagerado, el presidente afirma que Portland es una ciudad devastada por la guerra y sitiada por terroristas domésticos. Por lo tanto, los demandados han vulnerado la soberanía de Oregón para gestionar sus propias actividades policiales y los recursos de la Guardia Nacional”, indica la denuncia.
El despliegue de fuerzas militares en Oregón por parte de Trump es parte de la lista de otros municipios liderados por demócratas como Los Ángeles y Washington D.C. donde también han respondido con impugnaciones legales y protestas.
Sin embargo, este caso es inesperado, luego de que la agencia de noticias Reuters revelara que la decisión de apuntar a Portland sorprendió a muchos funcionarios del Pentágono. Con Chicago y Memphis en la primera línea de ciudades apuntadas previo al anuncio, este nuevo giro sigue aumentando las tensiones en las principales ciudades estadounidenses con la agresiva ofensiva migratoria de Trump.