Ante el aumento de redadas migratorias en Estados Unidos bajo el mandato de Donald Trump, miles de migrantes, especialmente brasileños, han comenzado a organizarse y compartir estrategias para esquivar al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). En grupos de WhatsApp, donde reina el miedo pero también la solidaridad, se distribuyen advertencias, consejos y hasta tácticas para pasar desapercibidos.
Una de las recomendaciones más llamativas apareció en un video que circuló entre brasileños en Massachusetts: “No hablen más en público“. En el mismo, una mujer enseña lenguaje de señas como método para evitar llamar la atención de las autoridades, según recogió BBC News Brasil. El consejo, por inusual que parezca, refleja la tensión con la que vive esta comunidad.
Los chats funcionan como una red informal de alerta temprana. Se comparten ubicaciones de retenes, imágenes de autos abandonados y hasta fotografías de personas detenidas. En muchos mensajes se aconseja adoptar una apariencia “más estadounidense“: evitar hablar portugués, usar gafas de sol y, en algunos casos, colocar calcomanías a favor de Trump en los vehículos, como estrategia para desviar sospechas.
“Ha ayudado mucho, porque los autos del ICE suelen ir de incógnito“, relató Júnior, un repartidor brasileño de 27 años y uno de los migrantes que administra estos grupos. Sin embargo, admite que los rumores falsos también circulan con facilidad, aumentando la incertidumbre.
Lorena Betts, fundadora de una red de voluntarios en Massachusetts, intenta brindar apoyo directo a quienes han sido detenidos. “Arrestan a la gente en Boston, al día siguiente están en Nueva York, luego en Luisiana, porque en el sur los jueces dictan sentencias más duras”, explicó.
En lo que va del año, más de 400 mil personas han sido deportadas, según cifras del Departamento de Seguridad Nacional. En este contexto, los grupos de WhatsApp se han transformado en una herramienta vital de supervivencia. Como escribió un usuario tras la detención de un compatriota: “Nunca sabremos cuál va a ser nuestra última comida en este país; esa es la triste realidad ahora“.