Estados Unidos podría desplegar tropas o realizar ataques aéreos en Nigeria para frenar lo que Donald Trump ha calificado un “asesinato de cristianos” a manos de “terroristas islámicos” en dicho país, el más poblado de África. Los dichos se enmarcan en los alegatos de meses de activistas y políticos estadounidenses que acusan ataques sistemáticos a esa población.
Por su parte, el Gobierno nigeriano, que niega que se esté produciendo un exterminio, respondió dando la bienvenida a la ayuda estadounidense, siempre que se respete su soberanía. En ese sentido, el presidente de Nigeria, Bola Tinubu, afirmó durante la última posesión de nuevos ministros que “venceremos al terrorismo en nuestro país“, negando cualquier vinculación del Ejecutivo con la persecución religiosa.
Según reportó la agencia de noticias Europa Press, diversas comunidades cristianas han sido víctimas de ataques de grupos organizados, como la agrupación yihadista Boko Haram y el Estado Islámico en África Occidental (ISWA), quienes operan principalmente al norte del país. Sin embargo, dichas regiones presentan una población de mayoría musulmana, que enfrentan los mismos tipos de amenazas.
Ladd Serwat, analista senior de África del grupo estadounidense de monitoreo de crisis ACLED, indicó en diálogo con la agencia de noticias Reuters que estos grupos “a menudo presentan sus campañas como anticristianas, pero en la práctica su violencia es indiscriminada y devasta comunidades enteras“.
Asimismo, el experto en historia de África, Antumi Toasijé, explicó en declaraciones a France 24 que los ataques contra los cristianos, que forman cerca de la mitad de la población de Nigeria, no están solamente motivados por razones de índole religiosa, sino más bien socioeconómica. “El avance musulmán se ha producido de norte a sur y el avance cristiano de sur a norte, y ambos grupos se han encontrado en el centro”, añadió.
Pese a todos estos antecedentes, Trump insistió en su plataforma Truth Social que “están matando a un número récord de cristianos en Nigeria” y que su país no va a “permitir que eso suceda”. Con las fuerzas armadas y cuerpos policiales nigerianos reforzando su presencia en zonas de alto peligro, todavía es una incertidumbre si es que finalmente Estados Unidos intercederá en el conflicto.