Hernán Felipe Herrera Larenas es el nombre del chileno que en los últimos días fue condenado a cadena perpetua en Argentina por el femicidio de su pareja, Christelle Heredia, ocurrido en junio de 2024.
El ingeniero de 39 años fue declarado culpable por parte de la Cámara 12° del Crimen de Córdoba y jurados populares, por los delitos de homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género.
Según el dictamen acusatorio, el chileno cometió el femicidio en Argentina en el departamento que ambos compartían en el barrio General Paz. Con puños y un arma blanca, Herrera le quitó la vida a Heredia.
Alertados por vecinos, la policía se hizo presente en el lugar encontrando a la mujer sin vida y a él hablando con su madre, funcionaria del Poder Judicial, por teléfono, consignó La Nación.
En medio de la investigación, Herrera contaba con varios antecedentes en su contra. En 2011 fue detenido por conducir en estado de ebriedad, en 2013 tuvo problemas con una mujer en una discoteque en Vitacura y no encontró nada mejor que quebrarle un vaso en la frente.
Pero en 2021, su entonces pareja, Jael Bitrán, lo denunció por violencia de género. A raíz de esto, fue condenado a 250 días de cárcel, pero que no cumplió. Todos estos antecedentes se revelaron en medio de la investigación que culminó con la condena del chileno.
Intentaron evitar la cárcel
La defensa del chileno condenado por femicidio en Argentina buscó evitar que su cliente fuera a la cárcel, argumentando que era inimputable por problemas mentales y debía ser internado. Su madre, María Teresa Larenas, aseguró que “él está diagnosticado con bipolaridad y trastorno de personalidad. No se trata de un monstruo, sino de una persona que está psiquiátricamente enferma“.
En el detalle, la mujer precisó que su hijo comenzó con problemas a los 16 con intolerancia a la frustración. Entre 2019 y 2020 estuvo internado, siendo diagnosticado con “trastorno de ánimo, trastorno bipolar y personalidad obsesiva”. Aún así, los peritajes descartaron lo que planteaba la defensa.
Tras la condena a cadena perpetua que recibió el chileno en Argentina por el femicidio de su pareja, la madre de la víctima declaró que “lo que vivo es un infierno, nos cortó la vida. Este monstruo, esta bestia, nos rompió la vida. Él participaba en nuestras reuniones. Desde ese día todo fue diferente. Mi marido no aguantó más que dos meses y murió, no soportó el dolor”.
“¿Por qué no lo detuvieron allá en Chile si tanto mal había hecho? ¿Por qué no lo hicieron antes de que siguiera dañando a la gente? Lo trajeron para acá y siguió haciendo la suya, siempre diciendo ser la persona perfecta”, agregó.