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De qué trataba la propuesta de Maduro para abandonar el poder y que fue rechazada por Estados Unidos

Donald Trump frenó la propuesta de dimisión escalonada de Maduro mientras evalúa nuevas operaciones secretas.

El rechazo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a una propuesta de Nicolás Maduro para abandonar el poder en un plazo de dos años volvió a situar la estrategia estadounidense hacia Venezuela bajo escrutinio.

La maniobra, revelada por The New York Times, forma parte de un cuadro mayor que combina presión militar, operaciones encubiertas y conversaciones discretas mientras evalúa sus próximos pasos.

En la superficie, Washington mantiene un despliegue marítimo en el Caribe y el Pacífico, oficialmente destinado a combatir el narcotráfico. Desde esas posiciones, ha ejecutado al menos 21 ataques contra embarcaciones sospechosas, destruyendo 22 lanchas y dejando más de 80 muertos.

Según funcionarios citados por el diario estadounidense, miembros del entorno de Maduro propusieron a la Casa Blanca un proceso de transición de dos a tres años para garantizar una salida ordenada del mandatario. No obstante, Washington consideró que cualquier demora en la salida de Maduro del poder es inaceptable, lo que selló el rechazo inmediato de Trump.

Aun así, estas comunicaciones muestran que la vía diplomática no está cerrada. El citado medio señala que, en el marco de las conversaciones informales, Maduro incluso habría manifestado disposición a facilitar a empresas estadounidenses acceso a la riqueza petrolera del país.

Trump, por su parte, reconoció parcialmente los contactos. “Es posible que mantengamos conversaciones con Maduro, y ya veremos cómo resultan“, dijo el domingo pasado.

El visto bueno de Trump a operaciones tras rechazar la propuesta de Maduro

Paralelamente, el mismo medio asegura que Trump otorgó “su visto bueno” a planes de la CIA orientados a preparar “un campo de batalla para acciones futuras“. La estrategia incluiría operaciones psicológicas, campañas de desgaste y eventuales acciones cibernéticas, sin llegar a autorizar un combate directo.

La semana pasada, Trump revisó en la Casa Blanca diversas opciones presentadas por el Pentágono para la continuidad de las operaciones lideradas por el Comando Sur en el Caribe. Según fuentes cercanas a la administración, la CIA tiene identificadas varias instalaciones vinculadas al narcotráfico que podrían convertirse en próximos objetivos, siempre bajo decisión presidencial.

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