Críticas ha generado en Europa un informe publicado por el medio estadounidense Axios que revelaba la existencia de un plan secreto que Estados Unidos y Rusia estarían negociando para poner fin a más de tres años de conflicto en Ucrania.
La propuesta exigiría a Kiev ceder parte de su territorio, reducir su ejército a la mitad y entregar sus sistemas de armamento de largo alcance, elementos que han sido fundamentales para su defensa desde el inicio de la invasión rusa.
La filtración provocó una inmediata ola de reacciones en Bruselas. La jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, recalcó que “para que un plan funcione, es necesario que los ucranianos y los europeos se impliquen, eso está muy claro“. La funcionaria añadió que “tenemos que entender que, en esta guerra, hay un agresor y una víctima“.
Asimismo, Kallas destacó que “Rusia podría terminar la guerra inmediatamente si deja de bombardear y matar pero no hemos visto concesiones (…). No hemos oído hablar de ninguna concesión por parte de Rusia”.
El supuesto secreto plan estadounidense, que a ojos de Europa parece alinearse con demandas históricas del Kremlin, generó inquietud adicional al conocerse que, según Kallas, no habría participación alguna de Ucrania ni de los gobiernos europeos en su elaboración.
Cancilleres de Europa por las negociaciones en secreto de Estados Unidos y Rusia
La exclusión fue criticada también por el ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Noël Barrot, quien afirmó que “la paz no puede ser la capitulación“. Recordó, además, que “los ucranianos siempre rechazarán cualquier forma de capitulación” y que Europa continúa defendiendo una paz “justa” y “duradera”.
En Alemania, el ministro para Asuntos Especiales y jefe de la Cancillería, Thorsten Frei, manifestó igual preocupación. Aseguró que “da la impresión que Putin puede lograr sus objetivos en la guerra que no puede conseguir en el campo de batalla” y que ello “sería un resultado que no sería aceptable”.
El panorama diplomático queda así marcado por la desconfianza, mientras Europa insiste en que cualquier negociación debe incluir plenamente a Kiev y no legitimar exigencias que interprete como una rendición encubierta.