El principal sindicato de bomberos de Nueva York, FDNY-UFA, alzó la voz tras conocerse el hallazgo de decenas de cajas con documentos oficiales sobre las toxinas presentes en la Zona Cero después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, archivos cuya existencia las autoridades habrían negado durante años.
Según informó el canal News 12, el sindicato exigió explicaciones ante la “revelación de que la ciudad de Nueva York y el DEP (Departamento de Protección ambiental) mantuvieron en secreto 68 cajas de documentos sobre toxinas en la Zona Cero mientras negaban públicamente su existencia durante décadas”.
El presidente de FDNY-UFA, Andrew Ansbro, ofreció una declaración pública cerca del World Trade Center, la zona reconstruida tras el 11S, donde reclamó transparencia total sobre el manejo de esos archivos. Explicó que el sindicato y la ONG 911 Health Watch han recibido y analizado hasta ahora 24 de esas cajas, que “muestran cosas que no sabíamos”, según recogió el medio AmNY.
Ansbro subrayó que el acceso temprano a esa información podría haber marcado una diferencia en la atención de salud para los bomberos expuestos: “Si estos documentos hubieran estado disponibles, nos podrían haber ayudado a probar nuestros argumentos para tener disponibles tratamientos clave de salud más rápido. Podría haber supuesto una menor lucha”, agregó.
Las revelaciones en Nueva York que afectaron a los bomberos en el 11S
El New York Daily News reveló en septiembre que abogados de la ciudad encontraron documentación sobre “los peligros de las toxinas del 11S repartidas en la Zona Cero”, pese a que las autoridades habrían negado disponer de ese material. El sindicato ha calificado este presunto ocultamiento como una traición a los trabajadores de emergencias.
FDNY-UFA adelantó que exigirá “respuestas directamente al alcalde Eric Adams y a funcionarios veteranos de la ciudad, incluyendo quién autorizó el ocultamiento, por qué se escondieron los materiales y cuántos bomberos y civiles pueden haber resultado perjudicados por la falta de información”.
Según el Daily News, ya han muerto más bomberos por enfermedades relacionadas con esas toxinas —unos 400— que por los ataques en sí, en los que fallecieron 343 miembros del cuerpo.