Faltan pocos días para que comiencen las celebraciones de las Fiestas Patrias. Serán cuatro días -o más- de descanso y diversión con la familia y amigos, pero muchas veces en medio de la efervescencia que se vive, olvidamos a los niños y niñas en este ambiente de adultos.
Por eso, como adultos responsables de su cuidado y desarrollo, debemos fomentar una mayor participación y protagonismo de niños y niñas, promoviendo estilos más inclusivos de su opinión para reconocer sus intereses y necesidades, generando contextos favorables para su participación.
La aglomeración de gente, el exceso de estímulos, y la exposición al alcohol son actividades poco apropiadas para niños y niñas, por lo que recomendamos organizar espacios de esparcimiento para niños y adultos, respetando los intereses de ambos.
Pero, ¿cómo podemos lograr que ésta sea una celebración para todos? Recordemos qué nos hacía felices cuando éramos niños y celebrábamos estas fiestas junto a nuestras familias. Aprovechemos la instancia para rescatar aquellos juegos típicos chilenos: elevemos un volantín, juguemos al luche y redescubramos el emboque y la rayuela.
Los invitamos a rescatar las voces y opiniones de nuestros niños y niñas donde el juego sea el eje central. Así, podemos comenzar por darle sentido a las fiestas, contándoles a nuestros hijos e hijas que celebramos el cumpleaños de Chile y por qué estamos contentos de haber nacido en este país. Que además de la familia a la que pertenecemos, también somos parte de una comunidad, un país del que somos ciudadanas y ciudadanos.
Por otra parte, no perdamos de vista la oportunidad que estos días significan para compartir tiempo de calidad con los niños, sin dejar de lado los cuidados necesarios para velar por su seguridad, protección y bienestar.
