Colo Colo y las dos finales: a dejar las pifias en la casa
"Es cierto. Colo-Colo tiene la obligación de ganar ambos torneos. Pero esto jamás será posible sin el apoyo de la hinchada. Sin la convicción de todos los colocolinos".
Por Rodrigo TorresRodrigo Torres es Desde que decidí trabajar en arquitectura, he tratado de trabajar en el ámbito social y su relación directa con la arquitectura, quizás como una forma de devolver a la sociedad lo aprendido y ayudar a quienes más lo necesitan, por lo mismo hice mi práctica profesional en el SERVIU, departamento de estudios, años más tarde trabaje en una Fundación llamada Cristo Vive, haciendo clases de Autocad y computación básica, posteriormente forme la Entidad Patrocinante en la Comuna de San Ramón. Actualmente soy socio de una oficina de arquitectura Xs-Arquitectura, siguiendo con los mismos alineamientos de arquitectura y teniendo el mismo enfoque social que he desarrollado por el largo de mi desarrollo.
El Popular tendrá esta semana la oportunidad única de bajar la estrella número 31 y además ganar la Copa Chile. Sin embargo, lo hace en un ambiente plagado de críticas de sus propios hinchas, que pifiaron la última actuación del cacique y critican a su DT.
Después de un torneo lleno de emociones encontradas, los hinchas albos viviremos una semana especial. Una semana donde disputaremos dos finales: la del Campeonato Nacional y la de Copa Chile.
Estamos en instancias decisivas, donde las críticas ya no dan a lugar. Hoy qué importa si el equipo juega bien o mal, qué importa si ganamos 1-0 o 10-0. Hoy lo único que importa es el triunfo, cómo sea. Incluso un autogol vale.
Muchos no estamos contentos con el funcionamiento y juego de nuestro DT José Luis Sierra. ¿Pero qué más da? Antes que Sierra y que cualquier jugador o dirigente, está Colo-Colo.
Hoy es el momento de alentar, de ponernos la camiseta con más convicción y alegría que antes. Es el momento de apoyar a José Luis Sierra y hacerle sentir que estamos con él. Es el momento de dejar las pifias en la casa y en el estadio solo alentar hasta perder la voz. Es el momento de hacerle sentir a los jugadores y al cuerpo técnico que somos una hinchada que no abandona, que somos una hinchada fiel y agradecida.
De nosotros, los hinchas, también depende lo que pueda ocurrir esta semana. Es emotivo ver a fanáticos albos en La Serena y Valparaíso realizando enormes filas para poder presenciar alguna de las dos finales.
Ese espíritu es el que debemos tener: pasión, alegría, confianza y convicción, la misma convicción que tuvo Marcelo Bartticcioto al pegarle a ese balón aéreo y marcar el 2-0 ante Boca. La misma que tuvo el Popular el 5 de junio de 1991 en la final de Copa Libertadores.
La convicción que tuvo el gran Carlos Caszley el 28 de marzo de 1973 al marcar aquel emotivo gol ante Emelec que hizo gritar al estadio: “¡Se pasó! ¡Se pasó!”. Esa que tuvo Jaime Pizarro al patear el penal que nos llevó a ganar la Recopa en Japón.
Es cierto. Colo-Colo tiene la obligación de ganar ambos torneos. Pero esto jamás será posible sin el apoyo de la hinchada. Sin la convicción de todos los colocolinos.
