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24 de Diciembre de 2017

Obesos desnutridos: la contradicción calórica de hoy

Por Matías Novoa
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Matías Novoa es Matías Novoa es coach nutricional certificado el Institute for Integrative Nutrition de Nueva York. Acaba de publicar el libro "La vía Kinu: ¡Puedes sentirte bien! ¡Siempre!”

Aunque suene contradictorio, en muchos habitantes de nuestro país convive la obesidad junto a la desnutrición. Esto sucede porque se piensa erradamente que al ingerir calorías en abundancia se obtienen los nutrientes que el organismo necesita.

Uno de los principales causantes de la obesidad son las dietas altas en carbohidratos refinados y alimentos procesados. Numerosas investigaciones han detectado que el mayor consumo de productos procesados genera mayor desnutrición, pues aunque dichos pseudo alimentos entregan alta disponibilidad energética, proveen de calorías vacías, inservibles para nuestro organismo.

Lamentablemente, debido al sobrepeso y mala nutrición, numerosos niños padecen condiciones crónicas, como la diabetes tipo II. Se trata una realidad evitable, que conlleva un costo económico y social insostenible para el país, por lo que no es sorpresa que en naciones como Inglaterra se implementara un impuesto a las bebidas azucaradas, debido al alto gasto que se incurre en el tratamiento de las condiciones crónicas asociadas a su consumo.

Debemos comenzar a cambiar nuestro estilo de alimentación para salvaguardar nuestra salud y la de nuestros hijos. El primer paso es dejar de lado los alimentos procesados, que en su gran mayoría contiene al menos uno de los principales alérgenos, como la leche, trigo, soya, huevo y maíz, en especial considerando el aumento exponencial de alergias alimentarias en niños y adultos.

También se recomienda aumentar el consumo de grasas saludables, proteínas y fibra proveniente de verduras y abandonar las dietas basadas en carbohidratos refinados y azúcar, que generan niños que pasan de la hiperactividad a la fatiga. Una dieta alta en grasas saludables y proteínas -como los frutos secos, semillas y frutas como la palta- provoca una saciedad más prolongada y una liberación de energía mucho más estable.

Otra recomendación consiste en incrementar el consumo de vegetales de color verde oscuro, que son la mejor fuente de vitaminas A, B, C y K, esenciales para el buen funcionamiento celular.

Por último, al evitar los alimentos procesados, estarás evitando la destrucción de la microbiota, conjunto de microorganismos que constituyen un filtro para el buen funcionamiento del sistema inmunológico. Entre esos alimentos están los cereales, jugos de fruta, bebidas, gomitas, salsa de tomates, mayonesa, todos altos en azúcar, preservantes y colorantes, algunos prohibidos en Europa.

Seguir estos consejos permitirá mantener una alimentación sana y balanceada. Esto ayudará a  evitar que nuestros niños engrosen las filas de los obesos desnutridos y colaboremos en la reducción de numerosas enfermedades crónicas.

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