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Tejo pasado

Promover una movilización o paro nacional para conseguir ciertos beneficios para su sector sin analizar las consecuencias, es una irresponsabilidad que lamentablemente va caracterizando los tiempos actuales.

Chile está a las portas de entrar en recesión mientras soportamos una inflación que a diario afecta de manera dramática a los sectores populares y clase media.

Por otro lado, la seguridad pública es un tema que requiere de atención urgente y de acuerdos amplios entre los diversos sectores políticos para mitigar el aumento en las tasas de homicidio que atemoriza al país. Sin embargo, organizaciones de los camioneros están aprovechando irresponsablemente la situación de debilidad del gobierno, debido a su baja aprobación ciudadana y el malestar social producto de factores tales como los señalados. Cuestión que en términos coloquiales se conoce como estar negociando – o chantajeando – con el tejo pasado.

Sabemos, por nuestra historia patria, de la capacidad de movilización de este sector. En efecto, tenemos memoria respecto a su efectividad en condicionar a los gobiernos, ya que son el sector que nos abastece de todas nuestras necesidades materiales, pero resulta pertinente analizar en cada proceso de negociación las razones que se esgrimen para una movilización y, sobre todo, los costos que ella podría traer a la sociedad en su conjunto.

En este momento sus demandas representan a muchos sectores y la mayoría de los ciudadanos. La exigencia por una mayor seguridad en las carreteras y la baja en los precios de combustibles es un anhelo de las mayorías, sin embargo, promover una movilización o paro nacional para conseguir ciertos beneficios para su sector sin analizar las consecuencias, es una irresponsabilidad que lamentablemente va caracterizando los tiempos actuales.

Velar por los intereses corporativos, demandar y exigir por la vía de presión o chantaje sin atender la realidad que vivimos como nación, es precisamente lo que no debemos hacer. La reivindicación por seguridad parece justa, pero no se resuelve afectando el abastecimiento de nuestras necesidades básicas como son alimentos, entre otros. Menos si ello promoverá una mayor subida de precios debido a la escasez.

Cabe recordar que “debemos llegar al punto en que cada ciudadano se sienta responsable por el Estado” como señaló Konrad Adenauer, ex canciller de la Alemania Federal , actitud que lamentablemente a ratos se nos olvida, interesándonos sólo en nuestros intereses, y olvidándonos de las consecuencias de nuestros actos.

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Jaime Abedrapo es director del centro de Derecho Público y Sociedad de la Universidad San Sebastián

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