La operación Desbordes

Patricio Gajardo es analista político.

La querella que presentó el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) por tráfico de influencias, a partir de conversaciones del ex ministro de la Corte de Apelaciones de Copiapó y Santiago, Juan Antonio Poblete, evidencia una red que opera en el Poder Judicial y en mucho otros poderes: el tráfico de influencia. Según un reportaje de Ciper, el 14 de marzo de 2021, Desbordes le habría confirmado a Poblete que apoyaría la candidatura de María Teresa Letelier como nueva ministra de la Corte Suprema. Letelier se convirtió en ministra de la Suprema con voto unánime del Senado, por lo tanto, cabe pensar, que la gestión de Desbordes, si es que se produjo, fue irrelevante para la decisión.

Entonces, a qué viene el recurso del INDH, aparte de lanzar un misil para desbancar a Mario Desbordes de la carrera por la alcaldía de Santiago. Irací Hassler se apresuró a dar varias conferencias acusando a su rival de corrupción.

El actual candidato a alcalde por Santiago respondió que no había incurrido en ninguna ilegalidad y calificó la iniciativa como una maniobra del Partido Comunista para favorecer a Irací Hassler,
Incluso el ministro de Justicia, Luis Cordero, condenó la decisión del INDH, desde Europa, donde se encontraba acompañado al presidente. “Pudo haber sido una decisión precipitada”, señaló y agregó, además que “no veo fundamento jurídico para esta iniciativa”, ya que el INDH sólo le corresponde pronunciarse en casos de delitos contra los derechos humanos, y no para delitos de ese tipo. Si es que lo hubiera, el responsable es el Consejo de Defensa del Estado.

La ocasión la dio el caso Topógrafo que lleva la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, donde se encuentra formalizado el ex ministro Poblete por interceptación ilícita de comunicaciones en el Ejército. Dentro de esta pesquisa, Ciper dio a conocer los WhatsApp del juez, entre ellos, algunos con el entonces dirigente político y ex ministro Mario Desbordes para apoyar a la ministra María Teresa Letelier para ascender a la Corte Suprema.

Hay varios hechos que confirmarían la operación política, si se ve la forma cómo actuó el directorio del INDH. Primero, es raro porque no tiene atribuciones legales para querellarse por tráfico de influencia. Y segundo la velocidad con que lo hizo, revela la intención de perjudicar a Desbordes, y no fundamentar la decisión con prolijidad.

La directora del organismo, Consuelo Contreras, se ha defendido con que la querella es “innominada”, pero da la casualidad que menciona 30 veces a Desbordes, y que urgió el viernes 7 a los consejeros a apoyarla, dándoles hasta el día siguiente, para aprobar la iniciativa sabiendo que contaría con los siete votos oficialistas (los cuatro de oposición se abstuvieron).

Desbordes señaló que puede probar que la fiscal Ximena Chong, de la Fiscalía Centro Norte, filtró las comunicaciones a Ciper y luego hizo gestiones para que el INDH, se querellara por tráfico de influencia. Consultado por El Dínamo, Desbordes sostiene que “el actuar del INDH ha sido absolutamente politizado”.

Desbordes anunció su intención de querellarse en contra del INDH por prevaricación, que es un delito grave, consistente en que una autoridad, ya sea juez, o un funcionario, dicte a sabiendas una resolución injusta. Desbordes presentará una querella contra el INDH, los consejeros y el fiscal que promovió esta por prevaricación, señaló el candidato.

Por otro lado, la directora del INDH señala que ella conoció los antecedentes por lo publicado por Ciper, sin embargo es altamente sospechoso, que en la querella se aportan antecedentes que no están en el informe y que solo pueden haberlo obtenido de haber tenido a la vista el informe pericial de la PDI.

La pregunta que cabe hacerse: ¿Cuándo se produjo el tráfico de influencia? ¿Y quién lo llevó a cabo? Todo indica que la directora del INDH junto con la Fiscalía.