La COP30, realizada en Belém do Pará, Brasil, dejó un conjunto de avances significativos en medio de un escenario internacional complejo. Sin retrocesos en la agenda y con acuerdos concretos, la cumbre permitió observar la dirección que está tomando la acción climática global. Estas son diez claves para leer sus resultados.
1. Avances en adaptación y financiamiento
A pesar del contexto geopolítico de 2025, la COP30 logró progresos relevantes en los mecanismos de adaptación para los países y comunidades más vulnerables. Destaca también la triplicación del financiamiento comprometido, un punto que marca un precedente para futuras negociaciones.
2. Dos desafíos en el centro: combustibles fósiles y deforestación
La cumbre posicionó de forma explícita dos urgencias globales: la salida progresiva de los combustibles fósiles y la detención de la deforestación. También quedó en evidencia la resistencia de algunos países a estas transiciones, con tácticas que, según los debates, se replican en otros procesos multilaterales como los vinculados al plástico, el transporte marítimo y la biodiversidad.
3. La economía real avanza más rápido que la diplomacia
Mientras las negociaciones se mueven lentamente, la economía global se está descarbonizando a un ritmo mucho más acelerado. China lidera este proceso, Uruguay lo adopta con pragmatismo y otros países, como Estados Unidos, enfrentan tensiones internas entre oportunidad climática y beneficios de corto plazo ligados a la explotación de petróleo.
4. La estrategia diplomática de Brasil
La agenda de acción presentada por Brasil fue destacada por su arquitectura diplomática. El desafío ahora es cómo Turquía (sede de la COP31) aprovechará este impulso. El avance real se observa con especial fuerza en gobiernos subnacionales, sociedad civil, sector privado e instituciones financieras, que están alineando sus estrategias con la ciencia y con la gestión de riesgos climáticos.
5. Agricultura regenerativa y bioeconomía en ascenso
Ambos conceptos se consolidaron como soluciones reales, escalables y económicamente viables. Lo que hace pocos años parecía marginal, hoy se presenta como una vía concreta para la transición productiva y la resiliencia ambiental.
6. Belém como escenario: desafíos, sorpresas y aprendizajes
La elección de Belém permitió mostrar en terreno las dificultades de operar en regiones aisladas. Pese a las dudas previas, la COP30 fue la segunda más masiva de la historia, con una ciudad que funcionó de manera segura y acogedora.
Al mismo tiempo, el evento exhibió prácticas habituales en grandes procesos: decisiones tomadas a última hora, problemas operativos y, en algunos casos, cuestionamientos sobre la calidad o transparencia de ciertas acciones.
7. Un renovado protagonismo de la sociedad civil
No se veía una participación tan contundente desde la COP26 en Glasgow. En esta ocasión, la movilización estuvo liderada por pueblos indígenas, cuyo rol fue central tanto en las calles como en la narrativa del encuentro. Su mensaje fue claro: reconocimiento, protección territorial y pago justo por los servicios ecosistémicos que sostienen el equilibrio climático global.
8. Un hito histórico: articulación entre las tres convenciones de Río
Por primera vez, las convenciones de clima, biodiversidad y degradación de tierras avanzaron en un plan conjunto de sinergias. La declaración, firmada por los tres secretariados y cinco presidencias, marca un precedente en la búsqueda de mayor eficiencia y coherencia dentro del sistema multilateral.
9. La narrativa mediática y las tensiones políticas
Los hechos más visibles (la llegada masiva de pueblos indígenas, el incendio de pabellones y las fallas operativas) dominaron la cobertura internacional. Menor atención tuvieron los avances técnicos y diplomáticos logrados durante dos semanas de trabajo, incluidos los eventos preparatorios en Brasilia, Río de Janeiro y São Paulo. Esta disputa narrativa reflejó no solo diferencias editoriales, sino también la influencia de actores que promueven o bloquean la agenda climática, así como tensiones internas de la política brasileña.
10. Belém como metáfora del Sur Global
Las dificultades logísticas, el calor extremo, los problemas de conectividad, la precariedad de algunas instalaciones y la capacidad de la comunidad local para resolver emergencias se transformaron en una metáfora de la vida cotidiana del Sur Global.
Belém permitió poner en el centro la experiencia de millones de personas que viven entre la riqueza natural y la vulnerabilidad estructural. También abrió una pregunta difícil: ¿qué ocurre cuando un país o empresa decide explotar los recursos de un territorio sin considerar a sus habitantes?
La COP30 dejó una combinación de realismo y propósito. Belém ofreció un espejo incómodo, pero también la posibilidad de transformar ese reflejo en un relato constructivo.