Secciones
País

Paren las prensas: Identifican el día más aburrido del último siglo

Recuerden esta fecha: 11 de abril de 1954. Ese día llegó al mundo el académico turco Abdullah Atalar, hubo elecciones generales en Bélgica y murió Jack Shufflebotham, un jugador de fútbol de la época. Fuera de eso, nada más importante sucedió.

 

O al menos eso es lo que nos quiere hacer creer el Programa True Knowdelge, desarrollado por William Tunstall-Pedoe, quien realizó el calculo basado en complejos algoritmos que analizaron millones de piezas de información a partir de 1900 hasta nuestros días.

 

Recuerden esta fecha: 11 de abril de 1954. Ese día llegó al mundo el académico turco Abdullah Atalar, hubo elecciones generales en Bélgica y murió Jack Shufflebotham, un jugador de fútbol de la época. Fuera de eso, nada más importante sucedió.

 

O al menos eso es lo que nos quiere hacer creer el Programa True Knowdelge, desarrollado por William Tunstall-Pedoe, quien realizó el calculo basado en complejos algoritmos que analizaron millones de piezas de información a partir de 1900 hasta nuestros días.

 

Según el autor “Lo irónico es, sin embargo, que a partir de ahora el día
es interesante por ser especialmente aburrido”.
También quiso señalar que el programa True Knowdelge no fue diseñado sólo para encontrar el día más aburrido, agregando que “es sólo un efecto paralelo”. La idea es crear una forma más inteligente de buscar información en internet.

 

Y para que vean que la noticia no pasó desapercibida, el diario inglés Telegraph sacó a relucir la portada de la edición del 12 de abril de 1954, con las noticias que se cubrieron en tan insigne -e insignificante- fecha.

Notas relacionadas








¿Por qué los alcaldes no llegan a ser presidente?

¿Por qué los alcaldes no llegan a ser presidente?

Gobernar un municipio exige eficacia; gobernar un país exige, además, conducción política, negociación de intereses y capacidad de disputar un rumbo. El alcalde ejecuta; el presidente arbitra conflictos nacionales y toma decisiones estructurales. El primero acumula aprobación ciudadana; el segundo debe construir mayorías. En ese tránsito, algo se quiebra.

Foto del Columnista Damián Trivelli Damián Trivelli