El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, llegó hasta el edificio de los Tribunales de Justicia para prestar declaración por cerca de dos horas en el marco de la querella presentada por las víctimas de Fernando Karadima en contra de la Iglesia Católica, a la cual acusan de encubrir los abusos cometidos por el sacerdote.
Ezzati dejó en claro que “he venido a este lugar para cumplir con un deber de ciudadano y para responder a las preguntas que el magistrado quiso dirigirme”.
“Contesté todas las preguntas y espero que sirva para clarificar cada vez más la postura de la Iglesia, que es una postura de amor a la verdad, de comprensión hacia los que han sido víctimas y que es búsqueda de un camino nuevo de reconciliación y acercamiento”, apuntó.
El también cardenal reiteró que “de parte de la Iglesia no ha habido encubrimiento, esto lo afirmo con toda la responsabilidad que me corresponde”.
Respecto a si fue consultado sobre el cuestionado intercambio de correos electrónicos con Francisco Javier Errázuriz, Ricardo Ezzati, aseguró que “yo le dije (al juez) que el correo es público y que lo pueden ver y pueden juzgar si lo que se dice allí es ofensivo o no”.
“De parte mía no hay ninguna expresión ofensiva y tampoco ningún obstáculo para nada, porque eso no existió”, recalcó.
Consultado sobre si la Iglesia Católica no reconoce alguna negligencia en cuanto al manejo de las denuncias de abuso, el arzobispo de Santiago sostuvo que “yo respeto enormemente la percepción de los demandantes, son personas que han sufrido un abuso, lo que es tremendamente doloroso y grave. Y respeto el dolor de las víctimas y los comprendo”.
