Se sabe: un primer caso de algún fenómeno equis, es un hecho aislado.
El segundo, se considera todavía una mera coincidencia.
El tercero, sin embargo, permite configurar, o al menos creer, que hay una tendencia. Que en Chile tal vez la onda japonesa no sólo contagió a la música pop sino que también pegó la perversión del maestro Happosai del animé Ranma 1/2. Un viejo enano cuyo máximo placer en la vida lo obtenía mediante el robo de ropa interior femenina.
Año 2013, Los Ángeles, VIII región: “El sicópata de los calzones”.
José Miguel Roa, 24 años, estudiante de ingeniería comercial, es juzgado y condenado a 10 años de cárcel por haber asaltado e intimidado sólo entre el año 2011 y 2012 a 39 mujeres, todas lo acusaban de lo mismo: robar sus calzones. Al momento de su detención, la policía allanó su hogar y grande fue su sorpresa al encontrarse con la “colección” de Roa. El muchacho tenía 500 ejemplares. Durante el juicio, confesó que su obsesión comenzó a los 10 años. A esa corta edad se metía a las piezas de sus primas y tías para hacerse de sus primeras prendas íntimas. Simplemente no paró más. No pudo. “No me importaba si estaban sucias o límpias. Me importaba sólo que fueran de mujer, porque me interesaba saber qué se sentía ser una, y auto-satisfacerme sexualmente”, reconoció durante el juicio al fiscal, el joven que fue bautizado por la prensa como “El sicópata de los calzones”.
Año 2015, Chillán, VIII región: Fetichismo sin fines de lucro.
Una pareja llega de noche a su casa en la población Eduardo Frei. Escuchan ruidos provenientes del patio. Se asoman a ver y encuentran a un ciudadano de 45 años atascado en su reja intentando salir sin éxito de la propiedad. El dueño de casa lo baja a golpes de la reja. La mujer llama a la policía. El intruso ofrece dejarse golpear a cambio de que no llamen a la policía. La negociación no llega a buen puerto. Carabineros llega y e lo lleva. Al poco rato, la familia recibe una escalofriante llamada. Es un policía, pide hablar con la mujer. Le cuenta que el sujeto tenía escondidas entre sus ropas un montón (número indeterminado) de calzones.
El juicio en su contra quedó fijado para febrero de este año. El hombre, que trabaja como garzón, posee dos condenas anteriores (una por robo en lugar habitado y otra por abuso sexual en contra de una menor). Su abogada, la defensora pública María Belén Acuña, adelantó al diario Crónica de Chillán, la estrategia de su defensa: “Mi representado padece de un fetichismo obsesivo por la ropa interior. Él estaría privado parcialmente de razón y por otra parte, no hay un ánimo de lucro al sustraer las especies, ya que es una patología mental”.
La fiscalía pedirá 8 años de cárcel para el imputado.
Año 2016, Santiago: El misterio de los 40 colaless.
Clarisse Lima es una modelo brasilera, además es instructora de zumba y estudiante de ingeniería comercial. A comienzos de esta semana se dio a conocer la noticia de que Lima había sufrido el robo de 40 calzones estilo colaless. La joven contó a La Cuarta que el jueves llegó de un viaje, entonces, junto a la ropa que traía en la maleta echó a lavar toda su ropa interior. Después la dejó secando en el colgador de su balcón en el departamento donde vive en Providencia. Y desde allí fue que desaparecieron.
Clarisse fue a contarle al conserje sobre lo sucedido, y asegura que éste se rió de ella. Aseguró también que en las imágenes de la cámara de seguridad del edificio se ve que el autor del robo sería un trabajador del mismo edificio. Aunque interpuso una denuncia en la 19 Comisaría de Providencia el caso no tiene todavía detenidos.
“No quiero ni imaginar lo que hará… (con los colaless) probablemente puras cochinadas”, dijo la brasilera respecto al ladrón.
