El pasado 2 de agosto, durante la interpelación a la ministra de Justicia, Javiera Blanco, el diputado Marcelo Schilling destacó por su particular “saludo” a quienes se encontraban en la galería y fueron desalojados por el presidente de la Cámara de Diputados, Osvaldo Andrade.
“Fuera vieja culiás”, fueron las palabras que le dedicó a través de su micrófono el parlamentario del Partido Socialista.
Audio oficial en la Cámara de Diputados: “Fuera, viejas culiás”. pic.twitter.com/0gIltqky97
— Daniel Medina (@johnbellino) 2 de agosto de 2016
A más de dos semanas del hecho, y pese a que entregó sus disculpas en su momento, Schilling emitió una carta donde nuevamente pidió perdón, esta vez de manera formal, con los manifestantes en las tribunas del hemiciclo, asegurando que se trató de una “reacción emocional destemplada, desmedida y como tal, transitoria. De ninguna manera un sentimiento“.
Junto con eso, indicó que valora a las “personas con convicciones y comprometidas con sus gremios y sus causas” y agrega que trabajará en ese comportamiento “inconsciente y pasional que contribuye a generar hostilidad y perpetuar los climas de agresión”.
