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Impactaron su casa con un auto y lo quisieron llevar detenido por apropiación indebida

Tras el desastre, provocado por un vehículo ligado al servicio de transportes Uber, el dueño de casa asegura que le dejaron el vehículo en garantía. Después llegó Carabineros a sacar el auto.

Era una apacible tarde veraniega en una casa en Peñalolén. Dos personas pretendían refrescarse un rato en la piscina. José Miguel Orpinas con su hijo Diego estaban mojándose los pies, y de repente un auto destruyó el muro que daba a la calle y se metió de lleno en la piscina.

En el vehículo se encontraba una chofer de Uber, Carla, de 20 años, que según un vecino “que vio todo, vino para acá y se tiró al agua para rescatarla. También me contó que ella venía desde dos cuadras arriba en reversa, zigzagueando, cuando de repente chocó con mi pandereta”, afirma Orpinas padre.

Entre tres personas sacaron a la joven, la que “decía que no sabía qué había pasado, que se le había ido el auto para atrás, que no lo había podido controlar”.

La mujer, según publica LUN, estaba ilesa. “Le servimos un café y le dijimos que se comunicara con su familia. Luego llamé a Carabineros para hacer el proceso policial regular. La niña se fue de mi casa, pero más tarde volvió, acompañada de su madre y su hermana. En ese momento me llamó una persona, quien dijo que era el hermano, y que aseguró que se haría cargo de todos los gastos. Le expliqué que la piscina (de 2 metros de profundidad y 6,50 de largo por 3 de ancho) tiene un recubrimiento, llamado Diamond Brite, que vale $600.000 y cuya instalación cuesta $1.000.00. Y que además el arreglo de la pandereta era de $350.000”.

Quedaron en el que el hermano de la conductora se pondría de acuerdo con el abogado de José Miguel. “Mi abogado les sugirió que si no tenía cómo responder, si no tenían recursos, que dejaran el mismo Kia en garantía. Y el hermano de ella dijo que ningún problema. Pero ella tenía que hacer una declaración notarial en que señalara que iba conduciendo, que era chofer de Uber, que se hacía responsable por los daños y que iba a dejar su auto en mi poder hasta que se garantizara el pago en efectivo”.

En ese momento comenzaron los problemas. “Al otro día, en la tarde, ella y su mamá llegaron a mi condominio con dos camiones. Uno era una grúa pluma. Les dije que podían entrar ellas pero no los camiones. No aceptaron y volvieron con carabineros, de la 43º comisaría de Peñalolén, por tanto, las tuve que dejar pasar. Ahí fue cuando empezó el otro drama…”.

“Les dije a los carabineros que sin orden del fiscal no podían ingresar a mi casa. Ellos me contestaron que me estaba metiendo en un problema y que me iban a detener. Un carabinero, que fue sumamente agresivo, me tomó de un brazo y me llevó hacia fuera de mi casa. Después empezó a sacar las esposas. Pero yo retrocedí y me metí dentro”, recuerda el dueño de casa.

Pero mientras comenzaba el problema con carabineros, sintió un ruido que “era la grúa pluma que con el gancho estaba metiéndose en la piscina. Le dije al operador que momentito, que para dónde iba, que esto era un recinto privado. En eso Carabineros me dijo que esta niña me había denunciado por apropiación indebida. Enseguida dos carabineros saltaron mi pandereta y se metieron al patio. Me empezaron a perseguir con las esposas en la mano. Me escondí en la casa, llamé al 133 y dije que necesitaba ayuda. Y me respondieron que para qué quería otro carro policial si ya tenía uno afuera de la casa. Le expliqué al carabinero del 133 que me sentía intimidado por los mismos carabineros que estaban dentro de mi casa. Me pidieron los datos del carro y se los dí. Después me dijeron que no era necesario enviar otro carro. Entonces le grité: ¡Señor necesita ayuda! ¡Ayúdeme por favor! Ya era el colmo: ¡Nosotros éramos los afectados!”.

Finalmente se enteró posteriormente que el fiscal había instruido sacar el auto. “También que tenían una orden de tomar detenidos a ambos dueños de casa si no acataban. Mi abogado prefirió el mal menor, que era entregar el auto, en vez que estuviéramos detenidos. Al final se lo llevaron y hasta hoy domingo nadie me responde por los daños”, declara Orpinas.

La mujer no quiso hablar del tema por ahora, y Carabineros reconoció que hay una investigación abierta por esto, en tanto que Uber aseguró que se comunicará con José Miguel.

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