Después de que la revista brasileña Veja publicara un reportaje sobre el magno caso de corrupción Lava Jato y dedicara una serie de apartados a las eventuales ramificaciones en Chile, y posiblemente la campaña de la Presidenta Michelle Bachelet, los focos volvieron a centrarse en el Ministerio Público chileno.
Quien en nuestro país lleva el caso que concierne a OAS, investigada en Brasil en el marco de este caso, es la fiscal jefa de la unidad de delitos de Alta Complejidad de la Fiscalía Centro Norte, Ximena Chong, la que ya había realizado diligencias en torno a la candidatura de Marco Enríquez-Ominami, por el uso de un jet brasileño en el contexto del 2013.
La Tercera hace en esta jornada un recuento de las solicitudes del Ministerio Público chileno a su par brasileño, las que no habrían tenido respuesta.
El primer requerimiento tiene por fecha agosto del 2016, y presentó la posibilidad de que un policía chileno pudiese estar presente en la comparecencia de varios de los involucrados en el caso.
Posteriormente, en septiembre, la solicitud apuntaba a que un fiscal chileno pudiese asistir a los testimonios, solicitud que reiteró en diciembre.
También la fiscal Chong intentó agregar preguntas a los interrogatorios de los involucrados, que estuviesen relacionadas con las implicancias chilenas que podría tener el caso.
En paralelo, en agosto, Chong solicitó al juez brasileño Sergio Moro, que investiga el caso Lava Jato, que informara si en la causa existen antecedentes que puedan vincular a políticos chilenos en eventuales pagos.
En enero, además, reiteró otra petición, solicitando que se informe con anticipación la fecha en la que tomarán estas declaraciones. Este último escrito aún no es enviado a Brasil desde la Unidad de Cooperación Internacional y Extradiciones (Uciex).
