El pasado 2 de enero, la Corte de Apelaciones de Rancagua sobreseyó a Sebastián Dávalos de la arista principal del caso Caval. En ese entonces, declaró que “no me extrañaría que la muy corrupta fiscalía trate de formalizarme por un delito inexistente a modo de represalia“.
“El caso Caval dejó de ser hace mucho tiempo un caso penal y es a todas luces un caso político, en el que se nos ha enjuiciado y sentenciado comunicacionalmente a mí y mi familia, sin existir juicio alguno”, agregó.
Más de dos meses después, a la salida de la Corte Suprema, Dávalos retrocedió en sus declaraciones y pidió disculpas al Ministerio Público.
“Si el fiscal nacional y los profesionales del Ministerio Público se sintieron ofendidos con mis declaraciones les ofrezco mis más sentidas disculpas, pero al mismo tiempo les pido que investigan este caso en todo sentido… Las filtraciones son un delito y deben ser investigadas”, aseveró ante la prensa.
Por otro lado, el máximo tribunal determinó que será el próximo 26 de marzo cuando decida el futuro del hijo de Michelle Bachelet en la causa.
