El ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Ampuero, afirmó que una embajada puede funcionar sin un embajador nombrado, a propósito de la faltante confirmación por un titular para Venezuela, y reiteró la posibilidad de dejar a ese país sin representación diplomática.
“A veces, por comentarios que se hacen, da la impresión de que si no está el embajador en la embajada chilena nada funciona. Quiero subrayar y defender el prestigio, la solidez y la experiencia de nuestra Cancillería en sus funcionarios”, explicó en canciller en Cooperativa.
En esa línea, Ampuero afirmó que “las embajadas o los consulados, aún si, por equis razón, no está presente el embajador, tiene la capacidad para seguir funcionando, a un nivel, obviamente, en términos de representación inferior, pero todo sigue funcionando. Los consulados cumpliendo sus funciones y sus tareas, entregando los documentos que se solicitan, y también la embajada cumpliendo con los actos de representación”.
El ministro no respondió, en todo caso, cuándo el Gobierno tomará una decisión en esta materia, afirmando que “lo importante en la política exterior chilena es actuar siempre en consonancia con otros países”.
Frente a las elecciones que se vivirán en ese país, el ex escritor pidió recordar “la última declaración sobre Venezuela de los países que asistieron a la última Cumbre de las Américas, que fue estar vigilantes, estar atentos y éste ha sido el tener de las declaraciones del Grupo de Lima, estar muy atentos a los acontecimientos. Ahora nosotros estamos viendo qué va a ocurrir en la elección misma”.
“No tenemos embajador en Caracas y estamos observando lo que sigue ocurriendo en Venezuela. Podrán imaginar que después de estas elecciones se va a crear un nuevo panorama y vamos a tener que observarlo, porque éste es un gobierno, el del presidente Maduro, que trabaja de una forma que no trabajan los gobiernos que son propios de un Estado de derecho y hay que estar alertas a los pasos que él va a seguir”, indicó Ampuero.
Además, Ampuero afirmó que “esas elecciones no merecen ser calificadas como tal, porque no ofrecen las garantías mínimas para la oposición“.