Tras la sanción por parte de la Comisión de Ética en la que participaron dos diputados del Frente Amplio, la diputada del partido Humanista Pamela Jiles mostró un férreo rechazo a la determinación de sus pares Vlado Mirosevic y Renato Garin, acción que consideró de “artera”, negacionista y una burla a las víctimas de las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura.
La legisladora recibió un respaldo desde distintos sectores de la oposición, incluyendo al ex candidato Alberto Mayol y el alcalde Jorge Sharp. Desde la Nueva Mayoría, el diputado Tucapel Jiménez (PPD).
-Aceptó la disculpa del diputado Jiménez y no la de Vlado Mirosevic. ¿Por qué?
-Tucapel renunció a la Comisión de Ética por su falta. Eso es integridad política, lo mismo deben hacer Mirosevic y Garín. La dignidad de nuestros mártires no se sanciona.
-¿Espera que Garín se disculpe públicamente?
-La responsabilidad política básica hace necesario responder por los errores en concordancia a su gravedad. Mirosevic dice “el respeto a los DDHH no se negocia” pero los negoció al sancionarme. Y con eso él y Garín ofendieron a todas las víctimas de tortura, desaparecidos, ejecutados, perseguidos políticos de nuestro país. No tienen integridad moral ni política para continuar en esa Comisión.
-¿Es una crisis terminal la del Frente Amplio?
-Ojalá nunca dejemos de estar en crisis porque estaríamos muertos, como otros conglomerados que están ahí en estado vegetativo. Sin pasión, sin drama, no hay acción política revolucionaria.
-Muchos afirman que un gobierno del FA podría funcionar mal por estos mismos hechos…
-No más desastre que el que ha exhibido Piñera en cinco meses. Si fuéramos Gobierno habría renunciado el Canciller por pregonar políticas reñidas con nuestro programa. Tendríamos un Contralor sobreactuado y dos senadores del FA habrían votado por sancionar a la ministra de DD.HH. No es estético, una vergüenza, pero tampoco es acabo de mundo.
-¿A Renato Garín y Vlado Mirosevic iba dirigido su “maricones sonrientes” de Twitter?
-No. Ellos pueden haber sido desleales, calculadores, negligentes, poco confiables, pésimos compañeros, no apegados al rigor de la verdad, torpes, y con toda seguridad pueden haber cometido un grave error contra las víctimas de DDHH que el pueblo les va a cobrar, pero yo no me refiero en esos términos que usted indica a mis socios políticos.
-¿Y a quién iba dirigido?
-A un amigo muy querido y su perrito regalón que viven en Viña y a los que trato cariñosamente de esa manera por una anécdota larga de contar.