El fiscal nacional, Jorge Abbott, designó a Emiliano Arias como el encargado de continuar con las indagatorias a los obispos acusados de encubrimiento de abuso sexual al interior de la Iglesia.
Arias también estará a cargo de las altas autoridades castrenses, para “evitar duplicidades en las investigaciones”.
Según El Mercurio, el fiscal nacional dejó radicado en Rancagua todo lo vinculado a las autoridades castrenses, y los casos de los sacerdotes Pedro Quiroz y Jorge Laplagne.
Además, dejó radicada en la Fiscalía Regional de O’Higgins el caso del sacerdote Jorge Laplagne, quien estaría vinculado al encubrimiento por parte de autoridades de la Iglesia.
En esa jurisdicción, además, se interpuso una querella en contra de Laplagne, acusado de haber abusado de un ex acólito cuando era un adolescente.
El denunciante Javier Molina apunta, como supuestos encubridores de los hechos, a Francisco Javier Errázuriz, Óscar Muñoz Toledo y a Raúl Hasbún, pues estima que en 2010 no se tomaron las medidas pertinentes frente a su denuncia.
Arias y su equipo están revisando los correos electrónicos de altas autoridades de la Iglesia.
