Sinónimo de chicha y dulces chilenos –merecedores del Sello de Origen desde el 2017–, esta zona campestre mantiene su sello tradicional y puramente chileno. A sólo 40 minutos de Santiago atrae con una de las principales cervecerías artesanales del país, una exposición de arte local y un inolvidable salto en paracaídas, además de sabores típicos.