La empresa Le Bras Frères, que estaba a cargo de montar los andamios en el techo de la catedral de Notre Dame en París, admitió que algunos obreros estaban fumando minutos antes de que se iniciara el incendio que destruyó la parte superior del templo gótico hace unas semanas.
“Efectivamente, algunos empleados violaban esta prohibición de vez en cuando y lo lamentamos“, señaló el vocero de la firma, Marc Eskenazi, a la agencia AFP, asegurando que “se lo han dicho a la policía”.
Sus declaraciones surgieron luego de que el semanario satírico Le Canard enchaîné, publicara este miércoles que la policía encontró siete colillas de cigarrillos cerca de los andamios. Ante esto, Eskenazi “excluyó” que una colilla mal apagada haya causado el siniestro.
“Cualquier persona que haya intentado alguna vez prender el fuego de una chimenea (sabe que) no pasa gran cosa cuando se lanza una colilla sobre un tronco de roble”, agregó.
Por otro lado, y en referencia a la pista de que las llamas se iniciaron en los motores eléctricos de los ascensores instalados para montar los andamios, Eskenazi indicó que no se identificó “ningún problema” y que “de todas maneras, están lejos de la aguja, y según lo que se ha establecido, el incendio arrancó dentro del edificio”.
