Las autoridades de Perú decidieron deportar a chileno y a otros cuatro de los seis turistas detenidos el domingo pasado por ingresar de forma ilegal y causar destrozos en la ciudadela de Machu Picchu.
Los cinco sujetos serán trasladados a Bolivia, mientras una sexta persona, de nacionalidad argentina, deberá permanecer en el país vecino mientras se lleva a cabo el proceso judicial en su contra.
“Tenemos la orden. El día de hoy se va hacer la ejecución de expulsión de los cinco turistas extranjeros”, dijo a la agencia AFP el teniente Edward Delgado, oficial de la policía de Cusco, donde permanecen los cinco detenidos.
“Vamos a trasladarlos por carretera a la ciudad de Desaguadero, en la frontera con Bolivia (en el lago Titicaca), donde podrán hacer las actividades que mejor les parezcan o regresar a sus países”, agregó.
El único miembro del grupo que tendrá que responder y ser juzgado ante las autoridades peruanas es el argentino Nahuel Gómez, de 28 años.
A él se le acusa de ser el responsable de los daños causados por la caída de una piedra en el Templo del Sol, donde el acceso está restringido ante el complejo y delicado estado de conservación en el que está, además de orinar y defecar en el mismo lugar.
Por su parte, Gómez admitió ante las autoridades que él había sido quien extrajo una piedra de un muro que al caer desde una altura de “seis metros” provocó una “hendidura en el piso” del famoso Templo del Sol.
Y si bien, el argentino fue liberado bajo una fianza de 910 dólares (702 mil pesos chilenos), deberá permanecer en el pueblo de Machu Picchu mientras avanza el proceso en su contra por “extracción ilegal” de bienes culturales, arriesgando una condena de cuatro años de cárcel.
Los otros detenidos fueron identificados como Leandro Sactiva (32), la francesa Marion Lucie Martínez (26), el chileno Fabián Eduardo Vera (30) y los brasileños Cristiano Da Silva Ribeiro (30) y Magdalena Abril (20).
