Un gendarme que se desempeña en la cárcel de Puente Alto fue confirmado como un nuevo caso de coronavirus COVID-19.
El funcionario de la institución -quien es dirigente nacional de Gendarmería- sostuvo el pasado martes, antes de ser diagnosticado, una reunión con el ministro de Salud, Jaime Mañalich , y el titular de Justicia, Hernán Larraín. En la instancia, el dirigente solicitó más medidas de protección para los gendarmes.
Desde el Gobierno aseguraron que se siguieron las medidas correspondientes para evitar cualquier tipo de contagio, como la distancia social, el uso de mascarillas y aplicación de alcohol gel. Incluso, luego de la reunión, las autoridades pasaron por un túnel sanitizador instalado en el penal.
Respecto a esta situación, durante el balance diario sobre el avance del coronavirus en Chile, Mañalich descartó la necesidad de cumplir con una cuarentena preventiva por este hecho, ya que “se tomaron todas las precauciones”.
En ese sentido, explicó que el contacto que tanto él como Larraín tuvieron con el gendarme contagiado no es suficiente para declarar a alguien en riesgo con la enfermedad.
Asimismo, destacó que las acciones que representarían un riesgo y motivarían una cuarentena preventiva son “si tuvieron contacto estrecho, esto quiere decir más de 15 minutos hablando boca a boca con alguien contagiado sin mascarilla, en un recinto cerrado por más de dos horas o vivir bajo el mismo techo con alguien que dio positivo”.
“Ninguna de esas condiciones se cumplieron en el caso”, concluyó el titular de salud.
