Secciones
País

Los antecedentes que se manejan de la muerte de niña de tres años en Quinta Normal

El hecho ocurrió en horas de la tarde de este lunes, cuando la menor de edad se encontraba sola en su departamento.

Ninguna medida de seguridad en las ventanas tiene el departamento de Quinta Normal desde el cual cayó una niña de tres años que murió la tarde del lunes, según comprobaron las primeras pericias realizadas en el lugar.

De acuerdo a las primeras informaciones entregadas por Carabineros, el hecho ocurrió en un edificio situado en la calle Gaspar de Orense, cuando la pequeña cayó al vacío desde el octavo piso.

La víctima es la es hija de un matrimonio de extranjeros, quienes, según se detalló, la dejaron al cuidado de una amiga.

En un momento determinado, la mujer tomó la decisión de salir del departamento para ir a buscar a su hijo, quien estaba en un un jardín infantil ubicado a un par de cuadras del edificio. En ese momento, la niña estaba durmiendo en su cama.

Niña de tres años murió tras caer desde una ventana

Así, mientras quien estaba a cargo de cuidarla se dirigía al jardín, la niña despertó y se encontró completamente sola en el departamento.

Carabineros intenta establecer qué fue lo que ocurrió durante esos minutos en el departamento, pero lo concreto es quem en cierto momentom la menor de edad se asomó a una de las ventanas, tras lo que cayó al vacío desde el octavo piso.

Hasta el sitio del suceso llegó también Bomberos, quienes realizaron sin éxito trabajos de reanimación.

La Fiscalía debe establecer qué organismo policial se hará cargo de la investigación del caso.

Notas relacionadas








No creo en el mejor disco del año

No creo en el mejor disco del año

Dicho eso no pretendo evangelizar a nadie. No vengo a dictar cátedra ni a levantar un tótem. Simplemente me animo, en este momento del año tan dado a los balances, a hablar de un disco. No el disco. Mi disco. El que, sin avisar, fue compañía, refugio y espejo. En mi caso, ese viaje personal tuvo nombre propio: Twilight Override, de Jeff Tweedy.

Foto del Columnista Mauricio Jürgensen Mauricio Jürgensen