Secciones
País

“El silencio y la indiferencia…”: el último mensaje de Manuel Monsalve a su denunciante

Junto con ello, se reveló el testimonio del taxista que llevó a Monsalve y a la denunciante al Hotel Panamericano, indicando que cuando paró para que subieran, la joven le pidió ayuda de inmediato.

Monsalve

Manuel Monsalve fue detenido este jueves, en el marco de la denuncia por violación que presentó una funcionaria de la Subsecretaría del Interior, por lo que se encuentra en un calabozo del cuartel de la Brigada de Homicidios de la PDI, a la espera de su formalización en el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago.

Por su parte, La Tercera dio a conocer algunos antecedentes de la investigación que lleva adelante la Fiscalía Centro Norte y la PDI, dónde destaca los chats que envió el ex subsecretario a la denunciante días después de los hechos en el restaurante Ají Seco y el Hotel Panamericano.

Así, el 25 de septiembre a las 08:00 horas, Manuel Monsalve le envió un mensaje por WhatsApp, pero sin obtener respuesta. Posteriormente hizo lo mismo por Signal, pero tampoco le fue correspondido.

Ante esta situación, el ex subsecretario le mandó un último comentario: “El silencio y la indiferencia es una forma de menosprecio, de ofensa”.

Junto con ello, se reveló el testimonio del taxista que llevó a Monsalve y a la denunciante al Hotel Panamericano, indicando que cuando paró para que subieran, la joven le pidió ayuda de inmediato, asegurando que “la chica me pidió ayuda y me dijo que no se quería ir con el sujeto con el que estaba”.

En esta línea, relató que la mujer se encontraba en muy mal estado, ya que debió parar en numerosas ocasiones para que pudiera vomitar y aunque le pidió ayuda a Manuel Monsalve para que limpiara a la funcionaria, éste no hizo nada.

Cuando llegaron a su destino, precisó que “en ningún momento vi un forcejeo entre ellos, ni de parte de la chica ni por parte del hombre” y que el otrora subsecretario le tomaba el brazo para que no cayera, ya que “se notaba que ella estaba muy ebria”.

Notas relacionadas








Vuélveme a querer

Vuélveme a querer

El extraño caso de Cristian Castro es, finalmente, el de un artista que perdió el centro, vagó por los bordes y regresó sin pedir permiso. No volvió a través de un hit nuevo ni de una estrategia de marketing: lo hizo mediante algo más simple y más raro -una autenticidad torpe, luminosa e irresistible, respaldada por una carrera que, vista desde hoy, nunca dejó de importar.

Foto del Columnista Mauricio Jürgensen Mauricio Jürgensen