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Alejandro Aravena y presencia narco en reconstrucción: “El Estado de Derecho es sustituido por la ley del más fuerte”

El premiado arquitecto llamó a no normalizar al narco, destacando el rechazo a Peso Pluma en el Festival de Viña.

El arquitecto Alejandro Aravena salió al paso de la controversia generada por sus dichos respecto a la presencia del narcotráfico en medio del proceso de reconstrucción tras el megaincendio que afectó a Viña del Mar en 2024.

Las palabras del reconocido profesional hicieron que la Fiscalía de Valparaíso abriera una investigación de oficio, quien emitió una declaración pública para aclarar sus palabras, haciendo un llamado al Estado a disputarle las comunidades y las calles al narco.

“Nosotros no somos testigos especiales ni tenemos acceso a ningún tipo de información privilegiada. La entrevista simplemente hacía referencia a nuestra experiencia sistemática en terreno trabajando en contextos vulnerables. Y dado que la ciudad es el campo de una disputa territorial, no es de extrañar que un desastre como un incendio sea una oportunidad de conquista territorial en que el estado de derecho es sustituido por la ley del más fuerte”, precisó el arquitecto.

Alejandro Aravena reveló que este tipo de episodios se han replicado a lo largo de sus proyectos para entregar viviendas en diversas localidades del país. “De hecho, la presencia de narcos en nuestros proyectos de vivienda se remonta al 2003 en Iquique, donde para poder iniciar las obras, nos vimos enfrentados a barricadas que los narcos levantaron para resistir el desalojo. Lo vivimos luego el 2008 en Barnechea, donde en las reuniones abiertas, las familias permanecían en silencio por el temor a represalias, para luego en privado, manifestar que estaban muy de acuerdo con el proyecto”, recordó.

Aravena expresó que “los narcos son extremadamente hábiles en identificar estas vulnerabilidades y es importante entender que su poder de penetración no sólo se explica por la promesa de beneficios materiales inmediatos, sino además porque entregan un sentido de pertenencia y aprecio que el resto de la sociedad no es capaz. Lo que hace tan difícil pelearle al narco, no es sólo que entrega un atajo hacia el auto, la plata o el arma, sino que le entrega un propósito a alguien que el resto de la sociedad desecha. El mundo narco por un lado es cruel y violento, pero a la vez tiene códigos sofisticados como la lealtad o la trascendencia; el funeral o el memorial son expresiones de una valoración que esa persona no habría tenido nunca en la sociedad formal”.

El arquitecto de Elemental argumentó que “mientras la asignación de valor de alguien siga estando basada en las pertenencias, en cuánto se tiene, (cuestión que no es exclusiva del mundo marginal, sino que es común a todos los estratos de la sociedad), la pulsión para los excluidos del sistema tiende a tomar el atajo y demostrar, aunque sea de manera violenta, que ellos también valen. ¡Qué distinto seria si el valor que asignamos a una persona estuviera basado en un sentido de pertenencia! Este cambio de eje es cultural y requiere la construcción de otros modelos de referencia, de otras épicas, de otros valores, para los cuales el cine, la música o los deportes pueden tener un rol clave. Y si bien es un camino largo, en el intertanto, podríamos al menos, no normalizar al narco. Por eso era tan importante que no viniera Peso Pluma a Viña del Mar”.

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