El primer cara a cara de los presidenciables tras las primarias, en el tan comentado Salmón Summit de fines de julio, estuvo a punto de no suceder. Al menos no con los actuales protagonistas. La idea original -por meses- era tener a los tres candidatos que lideraran la carrera.
Y para la industria estos eran, evidentemente, Evelyn Matthei, José Antonio Kast… y Carolina Tohá. Los tres, de hecho, estaban confirmados. Comprometidos. Incluso se les habían enviado las minutas para que se interiorizaran con los temas del sector. Pero como es de público conocimiento, la ganadora de las primarias oficialistas del 29 de junio no fue la ex Ministra del Interior. “Ganó Jeanette Jara y nosotros, para ser francos, no habíamos hablado nunca ni con ella ni con nadie de su entorno, pero por suerte un director conocía algo, un poco, a Bárbara Figueroa y empezamos a llamar, a buscar nexos, hasta que dimos con alguien. Se subieron y después se bajaron. Pero finalmente decidieron ir”, cuenta Arturo Clement, el presidente de Salmón Chile.
Se le nota feliz recordando el evento, que juntó a los tres candidatos en el Teatro del Lago en Frutillar y que generó comentarios por días.
-Los encuentros gremiales en general han estado centrados en invitar a los candidatos presidenciales, lo han hecho la Cámara Chilena de la Construcción (previo a las primarias), la Cámara de Comercio de Santiago y la Sofofa, entre varias otras organizaciones. En otras elecciones eso no había pasado. ¿Es una elección especial?
-¿Sabes lo que pasa? Yo creo que los gremios están teniendo una mayor participación en la política, están siendo como una interfaz entre el mundo público y el mundo privado. Es necesario que los gremios tengamos una participación transparente, facilitadora de la relación público-privada.
-¿Antes no la tenían?
-Menos. Antes estábamos muy enfocados en los temas gremiales más puros. Posiblemente también estábamos involucrados en temas políticos, pero ni tan abierta ni tan directamente. Hoy es mucho más lógico que se haga más abierto, partiendo por invitar a un debate presidencial.
-¿Por qué no se hacía?
-Yo soy dirigente gremial, no soy político. Pero creo que tiene que ver con la debilidad de los partidos hoy día. Antes, los partidos políticos estaban definidos como los únicos que canalizan los intereses de la población. Pero hoy están tan debilitados, o existen tantos, que los gremios han tomado un rol mucho más activo en tratar de transmitir sus intereses. Y en forma súper abierta, directa, y sin problema.
-Los partidos políticos no están bien evaluados, pero los empresarios tampoco lideran los rankings de credibilidad y en algún minuto fueron muy cuestionados…
-Yo creo que hoy hay una mejor percepción del mundo empresarial. Los escándalos que se destaparon en su momento eran inaceptables por donde tú los mires. Fueron hechos súper particulares, pero que dañaron enormemente. Hoy el empresariado está actuando en forma mucho más abierta en el mundo político. Ya nadie se junta en privado con los candidatos. Las redes sociales también juegan un rol importante. Todo es mucho más abierto. Y yo creo que los gremios y el mundo empresarial se ha abierto también a ser partícipe en el rol que le corresponde en la política. Porque al final las políticas públicas inciden en lo que le pasa a cualquier sector. Nosotros somos regulados por el Ministerio del Medio Ambiente, por Economía, por la Subsecretaría de Fuerzas Armadas y por el ministerio de Defensa. O sea, ¿cómo no nos vamos a involucrar en políticas públicas? Tenemos que involucrarnos, porque si no nos involucramos vamos a tener pésimas políticas públicas, como la Ley Lafkentche.
-Entiendo que están trabajando en las propuestas para entregarle a los candidatos, ¿cuáles van a ser los énfasis?
-El primero es que Chile necesita crecer, necesita reactivarse, y la salmonicultura puede ayudar a hacerlo aquí y ahora. No necesitamos que nos entreguen plata ni subsidios. ¿Qué necesitamos? Reglas claras. Que nos saquen el atosigamiento burocrático al que hemos estado expuestos en los últimos años. Toda esa permisología a la que hemos llamado los aranceles invisibles. Y hay que solucionar el tema de la ley Lafkentche.
-¿En qué medida?
-Modificar tanto los aspectos administrativos como los temas legales. Hoy hay una comisión en el Senado, presidida por el senador Espinoza, que está viendo esas modificaciones legales y probablemente eso va a tener que ir a consulta indígena. Pero sí hay muchas cosas que hacer en términos administrativos. Fortalecer a Conadi, que sea más rigurosos, fortalecer al ministerio de Economía, que la cosa fluya más rápido. Otro tema clave es la descentralización, que muchas de las decisiones, en vez de ser tomadas en Santiago o en Valparaíso, sean tomadas en regiones. Hay que dotar a los gobiernos regionales de las competencias, la información y las capacidades necesarias para que puedan ejercer un gobierno regional.
-También está la discusión por el reglamento del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas. Ustedes han advertido que esto no se está impulsando con el sector privado. ¿Por qué deberían haberlo hecho?
-Porque nosotros somos los afectados. O sea, por lo menos hágannos partícipes. Son catorce reglamentos, que los quieren sacar ahora en septiembre, que son tremendamente complejos. Técnicamente complejos, políticamente complejos, y claro que nos tendrían que haber invitado a la conversación. Pero en el Ministerio de Medio Ambiente nunca nos han invitado a nada.
-Además, está la guerra comercial. ¿Cuál ha sido el impacto de eso en la industria salmonera?
-Súper severo porque la menor parte de los aranceles aplicados desde abril se fue a precios. La mayor parte ha sido absorbida como un menor retorno de la empresa productora. Hay un impacto económico no menor. Esto además ha generado una incertidumbre mundial gigantesca, por lo tanto la demanda
ha estado súper frenada. Es un tema relevante para nosotros. Somos, después del cobre, lejos los mayores exportadores de Chile. Exportamos más de US$2.500 millones a Estados Unidos y el 45% es nuestro. Es muy relevante.
-Hablando de desafíos, ¿el uso de antibióticos ya no está entre los principales problemas para la industria?
-Sigue siendo una preocupación nuestra. Al principio todo el mundo hablaba de los antibióticos, lo que a nosotros igual nos parecía desproporcionado, pero hoy es un tema que está presente, hemos logrado reducir el consumo de antibióticos de forma importante.
-¿En cuánto?
-Más del 40% en los últimos 5 años. Hemos establecido planes de trabajo con organismos internacionales, tenemos otro proyecto donde estamos haciendo licitaciones para el desarrollo de vacunas. Estamos por todos lados haciendo esfuerzosy probablemente en un largo plazo, porque no es fácil la solución, vamos a poder producir sin antibióticos.
-¿Tienen una fecha, una meta?
-Es complejo, pero seguramente de aquí a diez años.