A un año de la desaparición de la dirigenta mapuche y defensora ambiental Julia Chuñil, el empresario Juan Carlos Morstadt —señalado desde el inicio por la familia como principal sospechoso— cambió su calidad procesal de testigo a imputado. El hecho refuerza la hipótesis que sus cercanos han sostenido desde noviembre de 2024.
El pasado viernes 7 de noviembre, la familia de Chuñil esperaba una audiencia clave en el Juzgado de Garantía de Los Lagos, solicitada por la defensa de Morstadt, con el fin de aclarar su situación procesal y acceder a la carpeta investigativa. Sin embargo, la cita fue suspendida minutos antes de su inicio, luego de que la Fiscalía entregara directamente a la abogada del empresario copias digitales del expediente.
En un escrito al tribunal, la defensora de Morstadt explicó que “hoy día, la Fiscalía ha hecho llegar copias digitales de la investigación a esta parte y los demás antecedentes están en proceso para su entrega dentro de esta jornada”.
Para la abogada de la familia, Karina Riquelme, esta situación confirma la condición de imputado del empresario: “Si le entregaron la carpeta de investigación como afirma la colega defensora es porque se reconoce su calidad de imputado“. Riquelme lamentó la suspensión de la audiencia: “Era la primera audiencia después de un año sin que alguna institucionalidad del Estado haya recibido y escuchado como corresponde a las víctimas y a las organizaciones que viajaron hasta el lugar”.
Escazú Ahora por la el proceso tras la desaparición de Julia Chuñil
Desde la organización Escazú Ahora, su representante Sebastián Benfeld expresó su frustración: “Después de un año de espera, lo único que esperábamos era que se hiciera algo de justicia y que tuviéramos una instancia formal donde conocer el estado actual de la investigación”.
Benfeld recordó que “la Comisión (Interamericana de Derechos Humanos) ha sido clara: el Estado de Chile no solo debe redoblar los esfuerzos para dar con el paradero de Julia, sino que, por sobre todo, debe mantener informada a la familia sobre los avances“.
Julia Chuñil desapareció el 8 de noviembre de 2024, tras recibir amenazas por proteger un bosque nativo de más de 900 hectáreas en Máfil, Región de Los Ríos. La investigación sigue abierta, sin formalizaciones después de doce meses, mientras continúan los llamados y manifestaciones a lo largo del país exigiendo verdad y justicia.