El Centro de Justicia vio la primera jornada de formalización de los abogados Mario Vargas y Eduardo Lagos, además de Gonzalo Migueles, pareja de la ex ministra Ángela Vivanco, quienes están imputados por los eventuales delitos de cohecho, soborno y lavado de activos, en la llamada trama bielorrusa.
En la oportunidad, los fiscales Carmen Gloria Wittwer y Marco Muñoz dieron cuenta de las gestiones realizadas por los involucrados para que Vivanco, en su rol de ministra de la Corte Suprema, actuara en favor de los intereses de la empresa chileno-bielorrusa Belaz Movitec, en desmedro de Codelco.
La Fiscalía Regional de Los Lagos detalló cómo Vargas y Lagos, representantes de la firma extranjera en tribunales, realizaron sobornos por al menos $69 millones a la otrora magistrada y su pareja por su actuación.
Wittwer y Muñoz indicaron que los abogados concretaron una serie de pagos, el primero de ellos de USD 15.600 entregado en su oficina a la propia Vivanco, en julio de 2023. A esto se sumó otro en diciembre del mismo año a Migueles por USD 14 mil y un tercero en junio de 2024 por 45 millones de moneda nacional.
Para poder “blanquear” estos dineros, se valieron de los conservadores de bienes raíces Sergio Yáber y Yamil Najle, además de Harold Pizarro, para esconder el origen de los recursos que llegaron a los bolsillos de Gonzalo Migueles y Ángela Vivanco por su actuación en la trama bielorrusa.
Mensajes borrados y viajes al extranjero
En la oportunidad, el Ministerio Público puntualizó que, al momento de incautarse los teléfonos celulares de Ángela Vivanco, estos presentaban mensajes borrados.
Sin embargo, la ex jueza de la Corte Suprema explicó esta situación a La Tercera: “Incautaron uno que estaba borrado porque era una cuenta que cerré meses antes y los otros dos que sí usaba, uno personal y uno de la corte, estaban en pleno uso. Tenía el borrado para venderlo y me lo quitaron igual, aunque les dije que estaba reseteado”.
Pero la Fiscalía también hizo alusión a los viajes al extranjero de Vivanco y Gonzalo Migueles, a Argentina y Brasil, tras recibir los sobornos de Lagos y Vargas, por lo que realizaron una serie de transferencias en dólares a sus tarjetas de crédito en la previa de sus salidas.
Esta situación fue alertada por el Consejo de Defensa del Estado, la que en su querella revela que la pareja coincidió en uno de los viajes con uno de los ejecutivos de Movitec.