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Alberto Undurraga, candidato presidencial DC: “Evelyn Matthei es peligrosa para Chile”

En entrevista con EL DÍNAMO, el candidato presidencial de la Democracia Cristiana, Alberto Undurraga, reafirma su postura de no participar en la primaria oficialista y apuesta por una convergencia con el Socialismo Democrático tras esos comicios. El también diputado señala que el “camino propio” está descartado y que buscará aliarse con el PS y el PPD de cara a la primera vuelta, con el objetivo de construir una coalición de centro y centro izquierda. Asimismo, Undurraga critica duramente a la abanderada de Chile Vamos, Evelyn Matthei, por sus declaraciones sobre el Golpe de Estado de 1973: “Evelyn Matthei es peligrosa para Chile. Porque si ella justifica eso ante una crisis, el día de mañana va a justificar qué cosa”, afirma.

Alberto Undurraga, presidente y candidato presidencial de la DC
Alberto Undurraga, presidente y candidato presidencial de la DC

Justo en la entrada de su oficina, hay un pequeño cartel que dice “Alberto Undurraga presidente” junto a cuadros, estatuillas y una bandera de la Democracia Cristiana. El pequeño material de campaña, en todo caso, se pierde ante los imponentes cuadros de los ex presidentes Eduardo Frei Montalava, Ruíz Tagle y Patricio Aylwin, figuras que comandaron al falangismo en su época dorada. 

Hoy, sin embargo, la DC está lejos de ser esa fuerza que colmó el Congreso y arrasaba en elecciones de todo tipo. 

El partido ha visto disminuida su representación en todos los rincones del Estado. Desde concejalías y alcaldías, hasta las presidenciales, comicios en que la DC no logra instalar a un militante en segunda vuelta precisamente desde que Eduardo Frei Ruiz-Tagle consiguiera llegar a La Moneda en 1994. 

Y hoy el panorama parece no ser diferente. En marzo de este año el partido anunció la candidatura de Alberto Undurraga, presidente y diputado de la falange. Y aunque su valoración como timonel es positiva entre las bases —puesto que asumió en un momento de crisis y logró estabilizar el partido—, lo cierto es que su nombre no ha logrado despegar en las encuestas. 

Es más, la DC no logró arrastrar a su eje al Socialismo Democrático para una primaria legal, quedando a la espera de lo que pueda pasar en la del oficialismo que parece estar cerrada entre el FRVS, PC, FA, PS y PPD. 

En entrevista con EL DÍNAMO, Undurraga da sus razones para no estar en esa primaria, a pesar de las reiteradas invitaciones que ha recibido. También, asegura que el “camino propio” está descartado y que, en caso de que gane alguien del Socialismo Democrático la primaria del oficialismo, buscará “converger” con la coalición de centro izquierda de cara a la primera vuelta de noviembre. “Sin la DC, el oficialismo no le puede ganar a la derecha”, asegura.

En todo caso, concentra sus dardos en Evelyn Matthei, abanderada de Chile Vamos, que esta semana causó polémica al asegurar que eran “inevitables” las muertes tras el Golpe de Estado de 1973. “Evelyn Matthei es peligrosa para Chile. Porque si ella justifica eso ante una crisis, el día de mañana va a justificar qué cosa”, dice en esta entrevista.

—Con una primaria con el PR y el FVRS prácticamente descartada, ¿en qué posición queda su candidatura presidencial?

—Aquí hay un objetivo mayor: construir una coalición de centro y centro izquierda, no de izquierda a izquierda, y construirla para ser alternativa a Kaiser, Kast y Matthei. Construirla para convocar a independientes, a gente de centro, a gente de centro izquierda desencantada con el gobierno. Ese objetivo mayor no se construye con la continuidad del gobierno. Nosotros hemos dicho que nuestra invitación es que haya una primaria entre el Socialismo Democrático, el Frente Regionalista Verde y la DC. Los hechos parecen indicar otra cosa, pero esto siempre puede cambiar hasta el último día.

—Usted dice una coalición de centro, ¿con quién? Porque pareciera que no hay partidos disponibles para aliarse con la DC.

—Lo que acabo de decir. Nuestra invitación es a converger con el Partido Socialista, el PPD, el Frente Regionalista Verde y el Partido Radical.

—Por las declaraciones públicas de esos sectores lo que parece es que tienen un diseño distinto al que usted plantea.

—Nuestro camino es converger con el Socialismo Democrático. Eso esperamos hacerlo durante el proceso que sigue por delante.

—O sea, después de la primaria.

—Tendremos que converger en algún momento. Hemos sostenido y vamos a seguir en conversaciones con el Socialismo Democrático. Porque aquí hay diferencias significativas.

Pongámoslo en clave ciudadana: el principal problema hoy día en Chile es la seguridad. La izquierda tiene complejos en seguridad. La derecha también tiene complejos en seguridad.

La izquierda no quiere la presencia militar en la macrozona sur, en la frontera norte, pero tampoco en la infraestructura crítica. Y eso es necesario para Chile. La derecha también tiene complejos: no quiere el levantamiento del secreto bancario y eso dificulta la persecución del dinero. Hay que perseguir el crimen organizado y el narcotráfico, no solo operacionalmente, también hay que perseguir el dinero.

En economía, nosotros creemos en la economía social de mercado, con asociación público-privada, con responsabilidad fiscal. Cuando una parte de la izquierda vota contra las normas de responsabilidad fiscal que empuja el mismo ministro de Hacienda, uno dice: no es razonable estar en la misma primaria.

—Pero todo lo que usted me dice es algo que, por ejemplo, ha planteado Carolina Tohá. ¿Por qué no apoyarla a ella en una primaria del oficialismo? Podría tener más posibilidades de pasar y de que no pase, por ejemplo, Winter o Jara, lo que sería un problema para ustedes.

—Cuando uno participa en una primaria, por sentido común, tú miras a los ojos a la otra persona y le dices: si tú me ganas, yo y todas mis bases te van a apoyar. Y al revés, si yo te gano, tú y todas tus bases me van a apoyar.

Las bases de la Democracia Cristiana y su electorado no va a votar por el Frente Amplio ni va a votar por el Partido Comunista. Por lo tanto, no es honesto participar en esa primaria. Porque uno tiene que estar dispuesto a todos los resultados. Y esta es una pregunta que tiene que contestar Carolina Tohá: ¿Sus bases van a votar después por Winter o Jara si es que pierde? Pero es una pregunta para ella, no para mí.

—Usted menciona a las bases de los partidos, pero hay parlamentarios que han encendido alarmas por su candidatura. ¿Cómo se lleva ese debate al interior con una candidatura ya lanzada y los costos que significaría llegar directamente a primera vuelta?

—Hemos señalado que vamos a converger con el Partido Socialista, con el PPD y el Socialismo Democrático. Vamos a converger. El camino propio no es el camino. Pero de la misma forma, yo no voy a exponer a los candidatos al Parlamento de la DC a tener como candidato presidencial obligatorio a una candidata del Partido Comunista o del Frente Amplio, porque es perjudicial para Chile y para nuestro electorado.

Es perjudicial para Chile porque arrincona y le entrega el centro —o queda huérfano el centro después de la declaración de Matthei, queda absolutamente huérfano—, y arrincona a la centro izquierda, y es malo para nuestro electorado porque no va a votar por candidaturas extremistas.

—Cuando usted dice converger, ¿se refiere a bajar su candidatura si es que pasa Carolina Tohá?

—Lo veremos en su momento. Converger tiene varias formas, lo estamos conversando. Pero naturalmente que en caso de que finalmente se materialice la primaria del oficialismo, nosotros no nos vamos a inscribir y vamos a seguir en campaña.

—¿Qué sentido tiene seguir haciendo campaña si está latente esta posibilidad de que en algún momento va a bajar su campaña?

—Nosotros hemos ido recibiendo en distintos lugares de Chile manifestaciones de apoyo. Esperamos representar a esa cantidad importante de chilenas y chilenos que votaron por la Democracia Cristiana y nos fueron dejando de lado porque no defendimos con fuerza nuestras posturas. Vamos a desplegar eso durante los meses que siguen y lo vamos a seguir haciendo. En su momento veremos cómo converger con los amigos del Socialismo Democrático, porque aquí lo de fondo es enfrentar a una derecha extrema. Hoy día todos son extremos, no solo Kaiser que ya lo sabíamos, sino que Matthei.

—¿Matthei es extrema?

—Evelyn Matthei cruzó una línea, nunca fue moderada. Las declaraciones de Evelyn Matthei denotan falta de humanidad. Se trata de justificar asesinatos. Falta de visión histórica. Esos fueron asesinatos, no fueron enfrentamientos. Evelyn Matthei es peligrosa para Chile. Porque si ella justifica eso ante una crisis, el día de mañana va a justificar qué cosa.

—¿Usted dice que Evelyn Matthei, en caso de ser presidenta, podría poner en peligro a la democracia?

—Evelyn Matthei ha cruzado una línea y justifica el Golpe de Estado y justifica asesinatos. Y eso es inaceptable.

—Pero esa es una opinión que no necesariamente va a incidir en cómo ella tomaría decisiones en caso de ser electa.

—Las personas se conocen no en los momentos fáciles, sino en cómo reaccionan ante las crisis. Y los presidentes de la República tienen que estar preparados para enfrentar crisis. Aquí tenemos una candidata a presidenta que justifica, en una crisis institucional que hubo en el país, los asesinatos durante dos años, 73 y 74, dice. Eso es inaceptable. Y por eso decimos que es peligrosa para Chile, porque los países se enfrentan a crisis de todo tipo.

—¿Peligrosa para la democracia, entonces?

—Sus declaraciones son peligrosas para la democracia. Su figura y su posición la hace peligrosa para Chile.

—¿Jara y Winter son extremos? 

—Bueno, en el espectro político, el PC es el que está más al extremo izquierda, por lo tanto sí, claro que sí.

—¿Y Winter?

—El Frente Amplio, es un sector que está como en formación. Tiene algunas personas muy extremas y tiene otras personas que más se acercan a la socialdemocracia. Vamos a ver cómo evoluciona.

—¿Estaría abierto a apoyar a Winter en caso de que pueda converger, como usted lo mencionaba, en posturas democráticas?

—Las bases y el electorado de la Democracia Cristiana no van a votar por el Frente Amplio ni van a votar por el Partido Comunista, por eso no participamos en las primarias.

—¿Eso tiene que ver con posturas políticas, programáticas, o más bien esta tensión generacional que se dio porque el Frente Amplio que en su momento fue muy crítico a la DC?

—Están a la vista las votaciones en el Congreso en materia de seguridad, en materia económica. Son muchísimo más nítidas respecto al PC, pero creo que son claras.

Lo digo desde el sentido común. El ABC de las primarias es el apoyo mutuo en caso de resultado. Y el apoyo mutuo no solo de uno, sino de todas las bases y todo el electorado. El electorado y las bases de la democracia cristiana no van a apoyar a una candidata del PC, no van a apoyar a un candidato del Frente Amplio.

—Hablando de las bases de la Democracia Cristiana, su nombre en un principio no era muy atractivo para ciertos dirigentes, a tal punto que se intentó, por ejemplo, convencer al expresidente Eduardo Frei. Él no mostró interés en su candidatura. ¿Estaría la posibilidad, como presidente de partido, de hacerle nuevamente este ofrecimiento al ex presidente si su candidatura no logra prender en las encuestas?

—Me parece una pregunta extemporánea. Nosotros ya definimos la candidatura presidencial.

—¿Y usted ha hablado con el ex presidente Frei sobre su candidatura? Teniendo en consideración que es un referente de la DC.

—El ex presidente Frei es un referente nuestro, una figura que nosotros admiramos, que hizo buen gobierno, que como ex presidente —al igual que la ex presidenta Bachelet— juegan un rol. Pero las conversaciones con los ex presidentes son privadas.

—¿Frei va a apoyar su candidatura?

—Vamos a ir teniendo los distintos apoyos de los camaradas de la Democracia Cristiana durante todo el proceso.

—¿Por qué cree usted que la DC hoy en día no es un proyecto tan atractivo para aliarse, considerando que el Socialista Democrático prefiere una primaria con el PC y el Frente Amplio? 

—Nosotros lo prensamos de otra forma: la DC sola no puede, sin la DC no se puede. Y esto lo saben en la centro izquierda. Sin la DC, el oficialismo no le puede ganar a la derecha. Sin la DC la primaria es de izquierda, no es de centro izquierda. Sin la DC no se llega a otros sectores.

Hoy día nuestra representación en la última elección de CORE es del 7%. Está bien. Pero nuestra aspiración es volver a representar a muchas y muchos que votaban por nosotros y dejaron de hacerlo porque no defendíamos nuestras banderas: la de justicia social, del Cardenal Silva, que todas las personas vivan con dignidad. Las del desarrollo, crecimiento económico y desarrollo, que Chile pueda ser un país desarrollado. Eso implica pensar fuera de la caja. 

—¿A qué se refiere con pensar fuera de la caja?

El país no necesita más de lo mismo. Por ejemplo, en vivienda, un tema muy ciudadano, hay una demanda por vivienda social hoy día de 1.560.000 viviendas. Cada gobierno cuando lo hace súper bien llega a 250.000. Eso significa que en seis gobiernos se va a resolver la demanda en 24 años. Eso es inaceptable.

Si pensamos distinto y usamos el sistema de concesiones que yo usé cuando era ministro de Obras Públicas para la construcción de hospitales, carreteras, embalses y aeropuertos, podemos adelantar la construcción. Nuestro programa dice que vamos a construir 500.000 viviendas a través del sistema de concesiones. ¿Quién paga? El Estado en la vivienda sin deuda, y de manera mixta en el subsidio con deuda. ¿Por qué es beneficioso? Porque adelanta la vivienda en vez de esperar 25 años. Y porque los sectores medios y los jóvenes van a tener la posibilidad de la vivienda, ya que hoy día no les dan crédito.

—¿Y esas medidas son posibles con la estrechez fiscal que hoy día enfrentaría el próximo gobierno?

—Por supuesto, porque cuando uno financia con el sistema de concesiones, el que financia y construye es el privado, no el Estado, y el Estado paga en plazo. Entonces, lo que tiene contemplado con la estrechez fiscal de pagar en los próximos 20 años es lo que le paga.

—Pero la ley de concesiones fue uno de los aspectos que llevó al estallido social.

—Hoy día hay un cierto consenso en amplios sectores que la manera de desarrollar la infraestructura es a través de la asociación público-privada. Y los problemas que se generan tienen que ver con cómo están escritos algunos de los contratos, no con el sistema en sí mismo.

Cuando tú tienes una ley de concesión, nadie reclama por el aeropuerto, porque ese contrato no te genera el problema ciudadano. Nadie reclama por el hospital, porque ese contrato no te genera problema. Se reclama respecto a algunas carreteras.

En vivienda tú adelantas la construcción. Se hacen 250.000, nosotros decimos: vamos a hacer 500.000. El privado requiere que le paguen por eso, se le paga en cuotas, igual que funcionan las concesiones. Paga el Estado, en el caso de la vivienda que tiene subsidio. Y se paga mixto, una parte el Estado y una parte la familia, en el caso de las viviendas que son con deuda.

¿Qué alternativa tiene esa persona hoy día? Recibir su pie, pero después tiene que ir al banco a pedir el crédito y no le dan crédito a jóvenes y a sectores medios. Entonces este sistema beneficia a jóvenes, a sectores medios y a los actuales comités de vivienda. Hay que pensar fuera de la caja y decir: fin a la lista de espera.

—Eso lo dicen todos pero nadie lo cumple.

—Nadie lo ha dicho. Todos dicen reducir. Nosotros decimos fin. Y cuando decimos fin a la lista de espera, decimos: con asociación público-privada.

— “Asociación público-privada” suena bastante similar a lo que plantea el Gobierno hoy en día, por ejemplo, en términos del litio. ¿Eso no sería continuidad?

—Es bien distinto. Yo no he escuchado a nadie en el Gobierno que plantee sistema de asociación público-privada o concesiones para las viviendas. No he escuchado a nadie del Gobierno que diga que terminemos con la lista de espera.

Pero pensar fuera de la caja es distinto. Y en seguridad, sin complejos. Hay complejos en la izquierda y hay complejos en la derecha.

—¿Y usted no tiene complejos en seguridad? Por ejemplo, si la situación lo requiere, ¿podría decretar estado de excepción en Santiago, que se ha pedido mucho tiempo?

—Por supuesto, sin complejos. Pero antes de eso, lo primero es tener a militares en todo el país cuidando la infraestructura crítica. También en Santiago, en estaciones de Metro, en la estación Mapocho, en centros de alta afluencia. En todo el país.

—¿Y los militares están preparados para eso? Ellos mismos han dicho que no.

—La decisión hay que tomarla. En países que admiramos, como Francia, por ejemplo, eso sucede. Como toda institución, hay que resolver bien las reglas del uso de la fuerza. Porque si no están mandatados por las reglas del uso de la fuerza, se genera un problema.

—Pero una cosa es la ley, y otra muy distinta es la capacidad que tengan las fuerzas militares de adoptar ese reglamento. Porque los generales han dicho que no está el entrenamiento para ejercer esa labor.

—Las Fuerzas Armadas son subordinadas a las decisiones que se toman en la democracia. Si el Estado de Chile determina que exista el cuidado de la infraestructura crítica, es algo que tenemos que hacer. Por supuesto con la gradualidad necesaria para que los distintos efectivos militares, navales o de la FACH tengan la preparación necesaria.

—En miras a las parlamentarias, ¿se descarta totalmente el camino propio?

—Lo hemos dicho en todos los tonos: nosotros vamos a buscar una convergencia con el Socialismo Democrático. Lo hemos dicho desde el 14 de diciembre en adelante, en cada una de las entrevistas.

—Eso conlleva que el Socialismo Democrático esté dispuesto, y me imagino que como presidente del partido usted estar preparado para distintos escenarios.

No me cabe duda que una convergencia entre el socialismo democrático y la DC es una convergencia buena para Chile y beneficiosa para cada uno de los partidos, porque todos se benefician cuando la lista es más grande.

—¿Estaría abierto a una lista con el PC y con el Frente Amplio? ¿O eso también está descartado?

—Eso no va a suceder. Y esto ya no solo por la política, sino por un asunto matemático. Entonces no tiene sentido profundizar en ello.

Nosotros estamos convencidos que es bueno para Chile y es bueno para cada una de las partes converger con el Socialismo Democrático también en la parlamentaria. Cuando las listas tienen más votación, todo se beneficia.

—¿Qué está en juego para la DC en esta elección parlamentaria considerando lo reducido que se ha hecho la bancada tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados?

—Lo que está en juego para la DC es el futuro de Chile. Aquí la amenaza de la extrema derecha es una amenaza peligrosa. Las declaraciones de Evelyn Matthei le sacan una máscara que parecía tener. Y eso es muy peligroso para Chile.

Una candidata presidencial que se planteaba como moderada que justifica asesinatos durante dos años no solo pasa la línea, no solo tiene falta de humanidad, no solo tiene una falta en la visión histórica, sino que es peligrosa para Chile porque los presidentes resuelven sobre crisis.

Mira, con todo lo que uno le criticaba a Piñera, él siempre criticó los atropellos a los derechos humanos. Siempre. Y lo que uno ve en Matthei es justamente lo contrario. Ni siquiera el silencio, sino que lo justifica. Inaceptable.

—¿No está en juego la existencia de la DC pensando en un posible mal resultado? 

—El foco fundamental nuestro está en Chile. Y si pensamos en Chile, los resultados se nos van a dar. Si uno empieza a preocuparse sólo del metro cuadrado, achica la mirada. Y nosotros queremos agrandar la mirada y a partir de eso tener buenos resultados.

—¿Amarillos y Demócratas? ¿Descartado cualquier tipo de alianza en cualquier instancia?

—Demócratas ya ha decidido estar en la derecha, absolutamente descartado. Amarillos no ha tomado decisión en la materia, pero no tenemos ninguna conversación institucional con ellos.

—Se le vio en un café hace unas semanas con militantes de esos partidos, ¿no hubo un acercamiento político?

—Respecto a ese café, hay un mito sobre los cafés. Si en cada uno de los cafés que yo fuera se generara tanta batahola… Yo converso con mucha gente. Este fue un café organizado por Rodolfo Seguel, que invitó a todos los ex parlamentarios demócratas cristianos desde el retorno a la democracia a la fecha. Algunos han tomado caminos distintos, pero es lo más parecido a un asado de compañeros y compañeras de curso, donde uno se reconoce en un pasado común, pero con diferencias en el presente.

Y respecto a Demócratas, han tomado su opción, nosotros no tenemos ninguna relación institucional con ellos.

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