Son varios los elementos que hacen que el debate organizado por la Asociación Nacional de Televisión (Anatel) sea el más crucial de cara a la primera vuelta de este domingo 16 de noviembre.
Además de lo obvio —es transmitido por todos los canales abiertos, en horario prime y el último antes de la elección—, este foro presidencial será la constatación de cómo los abanderados enfrentarán los tres últimos días de campaña.
Aunque la definición del domingo parece estar sentenciada a que Jeannette Jara (Unidad por Chile) y José Antonio Kast (Partido Republicano) serán los candidatos que pasen a segunda vuelta, quiénes le siguen no abandonan la esperanza de un vuelco de último minuto. Por lo mismo, este debate se anticipa como el más áspero de lo que va de campaña.
Así lo reconocen bajo reserva integrantes del comando de Johannes Kaiser (Partido Nacional Libertario) y Evelyn Matthei (Amarillos, Demócratas y Chile Vamos), quiénes son los abanderados que ven en este debate una oportunidad para inclinar la balanza a su favor.
En la derecha se da por sentado dos cosas: que Jara pasará a segunda vuelta y que el candidato del sector que pase al balotaje terminará convirtiéndose en el nuevo presidente de Chile.
A eso se debe que en el debate Anatel será Kast el flanco a derrotar, tanto por Kaier como por Matthei.
En los días previos, ambos candidatos han endurecido el tono en contra del republicano. Kaiser se desmarcó de la propuesta migratoria de Kast, además de criticarlo por dejar de lado la llamada agenda valórica. Matthei, en tanto, ha escogido el camino de aportar por una mayor capacidad de “gobernabilidad” respecto al fundador del Partido Republicano.
La “primaria” de la derecha
A la primera vuelta, son cuatro los candidatos que se presentan como oposición al Gobierno de Gabriel Boric: Kast, Kaiser, Matthei y Franco Parisi (PDG).
Ese escenario, según analistas y los propios integrantes de los comandos de candidatos de oposición, han hecho que la elección de este domingo se transforme en una especie de primaria de las distintas derechas al no haber tenido una oficial en junio pasado.
Si se suman los porcentajes de todos los candidatos del sector —según las encuestas antes de la veda— la derecha debería conseguir un fácil triunfo contra la candidata del oficialismo que, de acuerdo a los mismos sondeos, pierde en todos los escenarios de balotaje.
En ese contexto, los candidatos deberán disputar voto a voto este domingo y la antesala del debate Anatel es la instancia vista como la oportunidad de marcar diferencias entre quiénes aspiran a ser el adversario de Jara en segunda vuelta.
Matthei, por ejemplo, ha redoblado su apuesta en los últimos días: se ha presentado cómo la única opción capaz de vencer a Jara en el balotaje y de dar gobernabilidad al país, en comparación a sus vecinos de sector.
Kaiser, en cambio, ha apostado a remarcar su postura de ser el candidato “más duro” de la derecha, adentrándose a temas complejos como el eventual indulto a condenados por violaciones a los derechos humanos, diferenciándose de Kast en política migratoria y agenda valórica.
El aludido, sin embargo, se ha mostrado estoico en cuanto a los emplazamientos de sus pares. De hecho, según comentan voces de su comando, su apuesta es no cambiar su línea de base en la campaña: no polemizar con candidatos de derecha en vista a la segunda vuelta, no abordar temas polémicos —como el indulto propuesto por Kaiser o las redes de bots que volvieron a incomodar a su círculo— y mantener la ventaja que lleva hasta el día de la elección. Todo esto, con los ojos puestos en mantener la tensión con Jara y Boric.
Parisi, en cambio, tendría una posición más dura frente a sus contendores de oposición. Si bien en su equipo han evitado adelantar cómo el candidato del PDG se posicionará en el debate, sí reconocen que los rivales a estas alturas son los candidatos de derecha. “Todos nos jugamos el paso a segunda vuelta todos los días”, dijo Parisi en la entrada del debate.
El cálculo de Jara
La candidata del oficialismo, al verse en la segunda vuelta, apuesta por mantener el diálogo propositivo. En su comando saben que ante el desequilibrio de candidatos (cuatro de derecha) hay poco que hacer en el intercambio de emplazamientos.
De hecho, eso fue algo que se buscó corregir respecto a los primeros debates donde a Jara le costó mantener el ritmo y se le vio ofuscada.
Por lo mismo, Jara apostará por “pasar por alto” los cuestionamientos o, en su mayoría, en vistas a seguir afianzando su base de apoyo.
Eso sí, en el círculo cercano de la candidata aseguran que cuando tengan un claro contendor, la candidata pasará a un estilo más confrontacional.