El sábado José Manuel López y Yolanda Blanco dieron a luz a Jorge, el último tripulante de la malograda nave que naufragó en enero y donde murieron 32 personas.
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Francesco Schettino, quien capitaneaba el Costa Atlántica, estuvo detrás de un accidente con otra embarcación al intentar atracar en un puerto alemán. El capitán sigue con arresto domiciliario y acusado de homicidios múltiples
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Francesco Schettino, quien está acusados, entre otros delitos, de homicidio culposo múltiple y abandono de la nave, se mantiene con arresto domiciliario. Las víctimas mortales del naufragio llegan a 17 y además hay 15 desaparecidos.
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El capitán del Costa Concordia está acusado, entre otros delitos, de homicidio culposo múltiple y abandono de nave, por el naufragio del crucero el pasado 13 de enero en aguas de la isla italiana del Giglio.
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La pesquisa de la quincena víctimas continuará, no obstante, en la parte del buque que permanece fuera del agua y en los 18 kilómetros cuadrados de mar delimitados hasta el momento.
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El pago será de 11.000 euros (14.400 dólares) de resarcimiento, más otros 3.000 euros (unos 4.000 dólares) para cubrir los gastos. Este es el acuerdo al que han llegado la naviera italiana y el Comité de Náufragos del Costa Concordia.
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"Él sabe lo que hace, pero cualquiera que sabe lo que hace puede equivocarse, si es que él se ha equivocado", sostuvo Fabiola Russo, esposa del capitán de Costa Concordia, Francesco Schettino.
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Con la localizaron de la que seria una mujer mayor, se eleva a 16 la cifra de víctimas mortales; el número de desaparecidos llega 23. Las condiciones de estabilidad de la nave han permitido el inicio del vaciado de combustible.
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Los buzos holandeses descenderán a unos 20 metros para estudiar las condiciones del casco antes de aislar el primer tanque de los 17 de los que se extraerá el combustible. La búsqueda de los 23 desaparecidos que quedan no se interrumpirá.
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Entre los desaparecidos se encuentra la peruana Erika Soria, de 26 años, que trabajaba como camarera en el crucero y cuyos padres se han trasladado hasta Porto Santo Stefano a la espera de que se encuentre a su hija.
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