El proyecto establece que las instituciones de educación superior deberán adoptar políticas y modelos de prevención de estos casos.
Sebastián Dote
Las mujeres reportan haber padecido más violencia que antes de la pandemia, y aquellas que trabajan en el sector informal, declararon sentir mayor estrés. Y, en el caso de la educación, al menos la mitad de las personas se enfrentaba a la limitación en el uso de la tecnología, lo que profundiza la brecha de desigualdad ya existente previa a la pandemia.
Columnista
Lo importante ahora es hacerse cargo del daño socioemocional de los estudiantes. Esperamos que los aprendizajes que nos ha dejado la pandemia en educación se internalicen y podamos reorientar los objetivos educacionales para lograr que la alegría del primer día de clases no se apague rápidamente tal y como sucede hoy.
Columnista
La obligatoriedad de kínder, junto con seguir avanzando en cobertura de pre kínder y jardines infantiles, debiese ser una prioridad país, porque es en esa etapa donde se brinda el mayor cuidado emocional a los niños, así como a sus familias, entregando contención y herramientas durante esta primera etapa de formación de sus hijos.
Columnista
En vez de lamentarnos de que los estudiantes se están quedando atrás en lectura y matemáticas, volquemos nuestras fuerzas en enseñar a preguntar, porque el futuro siempre pertenecerá a quienes tienen la osadía de preguntar y preguntarse a sí mismos.
Columnista
Actualmente, si un niño o niña no ha podido cursar Kínder, puede ingresar a 1° Básico sin problemas. Y cuando dicho nivel sea obligatorio, también. La diferencia está en que el proceso será regulado y se asegurará que ese niño tenga las capacidades para aprovechar esa experiencia educativa.
Columnista
Hoy podemos construir una sociedad distinta, una que ponga en el centro el interés superior de la niñez, y desde una ética del cuidado, empezar a pagar esta deuda que hemos contraído como país.
Columnista
El verdadero terremoto y sus réplicas debe ser observado como una gran oportunidad que ofrece la pandemia para gestionar un currículo menos escolarizante y más potenciador de ciudadanía, que facilite también una nueva forma de evaluar los aprendizajes.
Columnista
En Chile, a pesar de que nuestra actual Constitución y los tratados internacionales de derechos humanos que ha suscrito consagran la libertad de enseñanza; existen impedimentos para que sea completamente ejercida por los establecimientos.
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Para subsanar esto, es necesario que el sector público y el privado unan fuerzas, tanto para capacitar a los diferentes actores que toman parte de este desafío como para disponer de mejores redes de telecomunicación que permitan a los docentes entregar el contenido y a los alumnos acceder a estos de manera expedita y constante.
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