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10 de Febrero de 2014

Confirman que el oso polar Arturo deberá quedarse en Mendoza…soportando el calor

"Someterlo a un traslado pone en riesgo su vida", concluyó la junta de veterinarios de los zoológicos de Buenos Aires, La Plata, Córdoba, Temaiken, Uruguay y la reserva de Canadá. Además el animal no posee el historial clínico de los últimos tres años.

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La presión de ambientalistas para trasladar hasta una reserva de Canadá a Arturo, el -ya famoso- único oso polar en cautiverio en Argentina no pudo imponerse frente a los riesgos que significa para la salud del animal exponerlo a un cambio de hábitat. En consecuencia, el animal seguirá pasando sus días en el zoológico de Mendoza y enfrentando el calor que azota a la zona por estas fechas. La decisión fue adoptada por una junta internacional de veterinarios.

El oso Arturo cumplirá 29 años en noviembre y lleva 21 viviendo en Mendoza. Es la quinta generación de una familia de osos polares nacidos en cautiverio en Estados Unidos y ya superó el promedio de vida de estos mamíferos en un zoo. “Someterlo a un traslado pone en riesgo su vida”, concluyó la junta de veterinarios de los zoológicos de Buenos Aires, La Plata, Córdoba, Temaiken Uruguay y la reserva de Canadá, que se reunió el viernes en Mendoza, consigna Clarín.

“En forma unánime, los especialistas sostienen que el oso debe permanecer en Mendoza, aunque han aparecido recomendaciones para mejorar su hábitat”, señaló el ministro de Ambiente de Mendoza, Guillermo Elizalde.

Además de los riesgos de sedarlo para trasladarlo 40 horas en avión hasta Canadá, surgieron contratiempos para poder cumplir el deseo de los ambientalistas, liderados por una campaña en redes sociales que hizo Greenpeace.

El encargado del Assiniboine Park Conservancy de Canadá, Don Peterkin, había adelantado en una entrevista con CBC news Radio Canadá que “no será posible” trasladar al oso. Comentó que la reserva habló con los directivos del zoológico de Mendoza para informarles sobre los requisitos que debían cumplir para que Canadá autorice la importación del animal. Entre otras exigencias, se pidió un registro médico del oso de al menos tres años y, según Peterkin, los representantes mendocinos le dijeron que “no tienen la documentación”. Tras esto, el director de la reserva canadiense, sentenció que “el caso está cerrado”.

Animalistas denuncian “evaluación trucha”

Gustavo Pronotto, director del zoológico de Mendoza, detalló que entre las nueve de la mañana (12.00 GMT) y las seis de la tarde (21.00 GMT) al animal se le realizaron numerosos estudios que permitieron tomar esta decisión, que no es compartida por los colectivos ecologistas que piden su traslado.

“La evaluación que hicieron hoy fue visual, sin tocarlo y desde lejos”, aseguró Gabriel Flores, miembro de la agrupación EcoLógicos Unidos, que desde hace más de un año denuncia las condiciones en las que vive Arturo.

“Sólo evaluaron cómo camina, cómo come y cómo nada. Fue una evaluación medio trucha (falsa) que a nosotros no nos convence para nada”, agregó.

Las imágenes de Arturo sufriendo los 40 grados de calor que se registraron en la árida ciudad de Mendoza durante el mes de diciembre impactaron a la sociedad argentina y se abrió el debate sobre la posibilidad de llevar al oso a alguna reserva ecológica con un clima más acorde.

“Es un oso polar en medio del desierto”, sostuvo Flores.

Desde Ecológicos Unidos afirman que las condiciones en las que vive el animal no son las adecuadas y que lo ideal sería que fuera trasladado al canadiense Assiniboine Park Conservacy, una reserva especial para osos polares.

Frente a al críticas de los animalistas, Pronotto replicó que el problema con los especialistas de Canadá fue que pidieron “unos requisitos sanitarios” distintos al “padrón sanitario” que se exige en Argentina.

“A Canadá no se lo puede llevar porque el oso está en negro, como quien dice, y no tiene nada que confirme qué enfermedades ha tenido todos estos años y con qué lo han tratado”, replicó Flores.

Los ambientalistas reclaman desde hace meses mejoras en las instalaciones en las que habita Arturo, en especial la piscina en la que “hasta hace tres meses el agua le llegaba sólo hasta las rodillas y se tenía que acostar para que le tapara”.

En una oportunidad “nosotros mismos agarramos una manguera que estaba a un costado y lo manguereamos como cuarenta minutos”, contó Flores.

El director de la institución dijo que Arturo cuenta con “una habitación de 42 metros cuadrados con tres aires acondicionados, una playa de más o menos 500 metros cuadrados, con dos líneas de micro aspersores”, donde está una piscina “de 12 metros de largo, seis de ancho y dos metros en la parte más profunda”.

Además, Pronotto aseguró que el agua de la pileta de Arturo se cambia todas las semanas ya que “no se le puede echar productos para que el agua esté limpia porque puede ser perjudicial para la piel del animal”.

“Si su bienestar y calidad de vida implica que se quede en Mendoza (…), estaremos en la necesidad de seguir acondicionando un poquito más su recinto y que tenga que vivir lo que nos tenga que acompañar”, afirmó el timonel de zoo mendocino.

Gabriel Flores sostuvo que van “a seguir luchando para que le mantengan acá la mejor calidad de vida que se pueda” y concluyó que “siempre supimos que iba a ser este el desenlace”. 

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