Los perros muchas veces se transforman en algo más que una mascota. Algunos se convierten en verdaderos amigos, familia y compañeros. Ese fue el caso de Sultán, un pastor alemán de la Policía de Yarmouth que fue despedido como un compañero más por los demás oficiales del departamento.
Luego de 10 años de servicio y otros 3 jubilado en la casa de uno de sus compañeros de trabajo, Sultán no se encontraba bien de salud, ya que sufría de constantes convulsiones y artritis, producto de su avanzada edad. Debido a ello, el veterinario estimó que debían proceder a realizar la eutanasia para que no siguiera sufriendo.
Al saber la noticia, sus ex compañeros decidieron hacerse presente el día de su sacrificio y rendirle honores a quien los acompañara por tantos años como uno más del departamento, donde se había ganado el cariño de todos gracias a su carácter e inteligencia.
El agente que se hizo cargo de Sultán durante su retiro, Shane Stephenson, señaló que “era amigable y adorable hasta el punto que dejaba que mi hijo le tirase la cola y las orejas”. Además recordó lo profesional que siempre fue: “Cuando se trataba de trabajo, fue también uno de los mejores” recordó Stphenson, visiblemente emocionado.
De esta manera los agentes prepararon un pasillo junto con una decena de integrantes del cuerpo de bomberos que también lo conocieron. Todos le dieron a Sultán un último saludo antes de ingresar a la clínica veterinaria, donde recibiría la eutanasia.
La historia se viralizó luego que el periódico The Portland Press Herald informara de lo sucedido el día 13 de febrero de este año.
