Enel inició traslado de su edificio corporativo a MUT
Después de 55 años en el icónico edificio del centro de Santiago, el principal holding eléctrico del país cambia su domicilio a un edificio con los más altos y modernos estándares de eficiencia energética y sostenibilidad.
Por Camila Luengo
La torre 2 del Mercado Urbano Tobalaba, también llamada torre Encomenderos, será la nueva casa matriz de la compañía. CEDIDA
Más de 1.400 trabajadores de Enel Chile, sus filiales y relacionadas, comenzaron de forma gradual el traslado hacia el nuevo edificio corporativo en el proyecto arquitectónico más moderno y sostenible desarrollado en Chile: Mercado Urbano Tobalaba (MUT).
“El objetivo es que sea un hito que sirva de nexo entre la historia y el futuro, fortaleciendo el bienestar y el sentido de identidad de los trabajadores con la empresa, para contribuir así al logro de nuevos objetivos que hagan más competitiva, sostenible y exitosa la gestión de la compañía”, declaró Giuseppe Turchiarelli, gerente general interino de Enel Chile.
El nuevo y vanguardista edificio consta de 19 pisos, distribuidos en 13.492 metros cuadrados de oficinas, en el que la compañía eléctrica ocupará desde el sexto hasta el último piso (14 en total) de la dirección Roger de Flor N°2725, en la comuna de Las Condes.
Cada planta del nuevo edificio contempla tecnología de punta con certificación LEED Platinum (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental) y mobiliario, más una serie de acondicionamientos, que permitan postular a la certificación WELL Platinum.
WELL Platinum es un sistema de puntuación para edificios y comunidades que permite identificar, medir y monitorizar las características de los espacios construidos que impactan en la salud y el bienestar de los ocupantes.
De ser aprobada la postulación sería el primer edificio en Chile en obtener tal distinción.
Bienestar y Sostenibilidad
En línea con los valores de Enel, el nuevo emplazamiento buscó desde un primer momento brindar a sus colaboradores espacios que les permitieran maximizar su bienestar, relevando el compromiso con la sostenibilidad y la electrificación.
La nueva sede de la compañía se ubica en un lugar de excelente conectividad (con acceso directo a la estación de metro y conexión a Tobalaba L1 y L4), inserto en un proyecto de cuatro torres que entregará a sus usuarios múltiples servicios tales como bancos, comercio, espacios culturales, plazas de trabajo al aire libre, oferta gastronómica, áreas de entretención, entre otros.
Los múltiples adelantos y la tecnología de avanzada con los que cuenta el MUT lo convierten en el proyecto con los más altos estándares en materia de sostenibilidad que existen hoy en el país y para lo cual, el contrato de energía renovable firmado con Enel aporta en buena medida al logro de este objetivo gracias al uso de fuentes renovables como eólicas, solares e hidroeléctricas.
MUT contará con cargadores para vehículos eléctricos, ciclovías, un amplio estacionamiento de bicicletas y camarines repartidos en dos pisos que ayudarán a fomentar el uso de este medio de transporte, limpio y saludable.
En el diseño del proyecto se contempló dotarlo de inteligencia y toda la tecnología que permitiera maximizar la eficiencia energética y el cuidado del medio ambiente. Para ello hoy se utiliza agua desde las napas (sin consumir agua) para la climatización del edificio (climatización geotérmica). Técnicas que, junto a otras iniciativas, logran reducir el consumo de energía en un 32%.
El riego de áreas verdes se hará en un 100% con aguas recicladas o reutilizadas. Para ello se almacenarán aguas lluvia, se capturará la humedad ambiental y se reciclarán aguas grises que permitirán un ahorro de 7 millones de litros al año. Soluciones que se suman a un biodigestor, que recibirá los residuos orgánicos para transformarlos en biogas para las cocinas y fertilizante para los jardines.
Este cambio de domicilio cierra un capítulo de 55 años en que la entonces ENDESA, erigió uno de los edificios más icónicos de la arquitectura capitalina, cuyo hormigón a la vista resultó toda una novedad para quienes se detenían en Santa Rosa 76 a contemplar el que fue uno de los proyectos más llamativos y sofisticados de la época a cargo de los arquitectos Luis Larraguibel, Gastón Etcheverry, Jorge Aguirre y Emilio Duhart.
