“Chile mete miedo”, decían antes del Mundial. Es verdad, la selección nacional tiene jugadores como para darle pelea a cualquier equipo del planeta, pero también una hinchada incondicional que es capaz de hacer lo imposible por alentar en cualquier estadio.
En el Maracaná no fue distinto. Los miles de fanáticos nacionales que llegaron al recinto deportivo más importante de Brasil apoyaron en todo momento a la escuadra de Sampaoli, incluso emocionando al mundo entero con la entonación del himno nacional.