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12 de Noviembre de 2019

Más allá de las barras: quienes son los hinchas que quieren impedir el regreso del fútbol

Aunque fueron presentadas como "barras bravas", algunas de las organizaciones que llaman a impedir la actividad son organizaciones más formales, las que también tienen sus propias agendas.

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hinchas fútbol
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El fútbol chileno aún no logra la normalidad total, ya que a pesar del calendario establecido por la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), existe un grupo de hinchas de diversos clubes que rechazaron el retorno de la actividad en respaldo a las demandas sociales.

Entre estos grupos que han aparecido están la Garra Blanca (Colo Colo) y Los de Abajo (Universidad de Chile), los que con comunicados llamaron a boicotear la actividad apuntando a que el Gobierno buscaría “dar una sensación de normalidad a través del fútbol y crear una falsa realidad”.

A estos llamados se unieron grupos de seguidores de Unión Española, La Calera, San Luis de Quillota, Iquique, Coquimbo, Cobreloa y O’Higgins, entre otros equipos de Primera División y Primera B, que también rechazan el reinicio de campeonato para este viernes 15 de noviembre.

Pero detrás de estos pedidos no solo está la “barra brava”, con toda la carga que ello implica, ya que también se encuentran otro tipo de organizaciones que tienen sus posturas sobre diversos temas y que manejan agendas con demandas propias, las que están vinculadas directamente con su relación particular con el club.

Las asociaciones, corporaciones y filiales

El viernes 8 de noviembre una serie de organizaciones, con voceros que entregaban su nombre y apellido, entregaron sus razones formales para impedir el reinicio de los partidos en medio de la crisis.

Una de las representantes que habló, y que fue captada por radio ADN, fue Natalia Dávila, coordinadora del área de comunicaciones de la Asamblea de Hinchas Azules, quien además integra la Comisión de Género de Las Bullas, la que respalda a la Universidad de Chile.

“El llamado es a que no se juegue, el llamado es a no asistir a los estadios y cualquier manifestación que se produzca en los alrededores de los estadios de Chile este fin de semana va a ser responsabilidad de las autoridades y responsables que hoy día están citando a concentraciones masivas de personas”, afirmó Dávila.

La vocera advirtió que la idea es que “no se juegue porque es una falta de respeto para la gente”, y afirmó que si no son escuchados por las autoridades, la ANFP y las sociedades anónimas “tendrán que atenerse a las consecuencias de sus actos”.

La Asamblea de Hinchas Azules, a la que pertenece Dávila, se describe en su sitio web como “una organización sin fines de lucro que tiene como principal objetivo recuperar el Club Universidad de Chile y reconstruir el tejido social de su hinchada. Buscamos que las y los hinchas puedan decidir y tener en sus manos el destino del Club”.

“Es un espacio destinado a convocar al conjunto de la hinchada azul para reflexionar y debatir acerca del presente y futuro del Club y su gente, organizarnos en torno a nuestros intereses e incidir en la esfera pública en función de éstos”, agregan.

El grupo obtuvo su personalidad jurídica en 2014 y realiza diversas actividades, las que difunde en sus redes sociales. Entre sus petitorios se encuentra la modificación de la Ley de Sociedades Anónimas Deportivas.

A los llamado a no retomar el fútbol también se sumó la corporación Católica para su gente, que está vinculada a los hinchas de la Universidad Católica. La agrupación, que ha realizado acciones para mantener la historia del cuadro cruzado, también rechazó la reprogramación de la fecha.

“No aceptaremos que se utilice una vez más el fútbol para volver a una falsa normalidad, totalmente desconectada de la realidad que vive el país. El problema era precisamente que se normalizó la desigualdad, por lo que ahora exigimos respuestas ante las demandas populares”, escribieron en sus redes sociales.

El 18 de noviembre, el día que se desató el estallido social, el grupo llamó a sumarse a las evasiones del Metro para el partido que se disputaría durante ese fin de semana con Colo Colo en San Carlos de Apoquindo, el que terminó siendo postergado.

Las demandas particulares

Más allá de la agitación que se vive en toda la sociedad, los hinchas organizados también tienen sus demandas y problemas particulares, que en muchas ocasiones los enfrentan con sus mismos clubes.

Uno de estos grupos es Los del Cerro, la agrupación de hinchas de Everton de Viña del Mar, que tiene un diferendo particular con la sociedad anónima que está a cargo del club. Los fanáticos “ruleteros” han mantenido un conflicto con los actuales administradores de la institución, lo que ha derivado en la aplicación del derecho de admisión de varias personas.

“El fútbol para nosotros es nuestra vida y siempre lo va a ser, pero hoy los intereses son otros. Aparte de lo mencionado anteriormente, todos los fines de semanas vivimos la represión policial y problemas con quienes manejan nuestro club, aplicando sanciones arbitrarias sin escrúpulos”, expresó la vocera Nicole Arancibia.

La Banda Cementera, la hinchada de Unión La Calera, también tiene un conflicto particular que si bien no apareció en sus reclamos por no volver a fútbol, es parte de una de sus luchas. Es que el cambio de la insignia realizado por el equipo a principios de esta temporada aún genera el rechazo de un grupo importante de fanáticos, que consideran la acción de la sociedad anónima del equipo calerano como un atropello a la historia institucional.

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