La ANFP dio a conocer el informe sobre la investigación que realizó el oficial de cumplimiento, Miguel Ángel Valdés, por las denuncias recibidas a raíz del arbitraje en el partido por la promoción entre Huachipato y Deportes Copiapó.
Esto luego que el juez del compromiso, Francisco Gilabert, acusara que se recibió un llamado telefónico desde Santiago para cobrar un penal a favor de los “acereros”, que se estaba revisando en el VAR.
El informe concluyó que “no existe ni ha existido intervención o presión indebida, abuso de autoridad ni injerencia alguna por parte de terceros, respecto a la decisión adoptada por el árbitro”.
Asimismo, se descartó “cualquier tipo de comunicación desde Santiago con los árbitros presentes ese día en el encuentro”.
También se determinó “de manera clara y precisa, a través de informes encargados y recibidos de las empresas externas y especializadas en análisis de partidos, Genius Sport y Sportradar, que se descarta categóricamente indicios de cualquier tipo de arreglo, amaño o manipulación del partido en cuestión”.
“No hay evidencia de eventuales incumplimientos a los protocolos y normativas vigentes. Es así como, en curso de la investigación, se pudo constatar que tanto el árbitro central, como la cabina VAR, actuaron conforme al Protocolo VAR y Reglas del Juego, en virtud de la regla N°5 contenidas en las Reglas del Juego 21/22 y los principios del N°1 al N.º 5 del Protocolo VAR”, añade el documento.
El informe plantea que “se lograron recopilar antecedentes y datos que evidencian la existencia de actos destinados a desacreditar y difundir información distorsionada para desestabilizar el arbitraje chileno, que dañaron a la Asociación Nacional de Fútbol Profesional y la transparencia de la actividad del fútbol en su conjunto”.
Por último, se recomienda a la ANFP entregar los antecedentes al Tribunal de Disciplina para establecer las sanciones correspondientes, y denunciar lo sucedido al Ministerio Público.
Cabe recordar que tras las acusaciones de Gilabert, la ANFP decidió despedir al presidente de la Comité de Árbitros, Javier Castrilli, quien siempre alegó su inocencia.
