Atleta paralímpica Francisca Mardones y su pareja celebran el nacimiento de su primera hija
La deportista nacional se convirtió en madre gracias a un proceso de reproducción asistida.
Por Sebastián Dote
La deportista nacional Francisca Mardones junto a su pareja, Fernanda Pantoja. INSTAGRAM
La atleta paralímpica Francisca Mardones, medalla de oro y récord mundial en lanzamiento de la bala en Tokio 2020, anunció que se convirtió en madre junto a su pareja, Fernanda Pantoja, gracias a un proceso de reproducción asistida que resultó exitoso pese a los complejos pronósticos.
La deportista nacional compartió a través de su cuenta de Instagram los registros de la llegada de Sarita, quien nació el día 10 de enero tras un extenso trabajo de parto de 16 horas. La niña llegó al mundo casi a las 41 semanas, pesando 3 kilos 300 gramos y midiendo 50 centímetros.
“¡Nada más maravilloso que tenerte ya en nuestros brazos! ¡Con María Fernanda Pantoja duplicamos el amor de madre para amarte y cuidarte ésta y mil vidas más! ¡Bienvenida hijita!“, escribió.
Mardones: “Teníamos un 13% de probabilidades”
En una entrevista a Las Últimas Noticias, Francisca Mardones explicó la lucha que tuvo junto a su pareja (con quien está en una relación desde 2020) para ser madre, destacando el rol de ella, quien tuvo que llevar el embarazo.
“Muchas veces ella es la que me da ánimo e instrucciones en medio de los entrenamientos y ahora me tocaba a mí apoyarla. Y cada cierto rato le tiraba una talla. Encontré que fue muy valiente, una verdadera guerrera. Sarita tendrá la suerte de contar con dos mamás que nos estamos potenciando para dar lo mejor de nosotras“, comentó.
Por la maternidad, la atleta paralímpica señaló que “queríamos sí o sí ser mamás, pero en unos dos o tres años más. Sin embargo, el año pasado nos encontramos con una amiga que trabaja en un centro de reproducción asistida y ella nos recomendó que nos hiciéramos exámenes para ver si teníamos las condiciones”.
“Ahí nos dimos cuenta de que no podíamos esperar dos o tres años por la cantidad de óvulos disponibles. Apuramos el proceso, hicimos el tratamiento y, pucha, teníamos un 13% de probabilidades de que funcionara, pero resultó a la primera. Era un porcentaje súper bajo y nosotras lo hicimos con toda la fe. Imagínate lo felices que estamos. Fue algo súper lindo cuando el test salió positivo y después tuvimos todos los cuidados hasta el final”, complementó.
La pareja se sometió a un tratamiento en la Clínica CER (Centro de Estudios Reproductivos) con una inseminación a través de un donante anónimo.
