Secciones
Deportes

Ricardo Gareca recordó otra vez su paso por La Roja: “Para Chile, Vidal es como Messi en Argentina”

Ricardo Gareca admitió que luego de que convocó al King a La Roja “me quedó una sensación muy buena sobre él”.

El argentino Ricardo Gareca volvió a referirse a su paso como entrenador La Roja y aseveró que, para los chilenos, Arturo Vidal es el equivalente de Lionel Messi para los argentinos.

Instalado en su país, el técnico que obtuvo el peor rendimiento histórico a cargo de la Roja le concedió una entrevista a DSports Radio, oportunidad en la que dio a conocer algunas de las experiencias que vivió durante su paso por Chile.

A la espera de volver a la dirección técnica, Gareca reconoció que estando a Chile “lógicamente que no convoque a Vidal llamaba la atención, y eso me trajo una serie de problemas“.

Para Chile, Vidal es como (Lionel) Messi en Argentina. No lo llamaba porque la selección me había respondido. A él lo veía con algunos problemas y quería darle rodaje a eso“, planteó a continuación.

La diferencia de La Roja con Arturo Vidal, según Ricardo Gareca

Durante la entrevista, Ricardo Gareca recordó lo que ocurrió cuando convocó a Arturo Vidal a La Roja: “Noté el grado de compromiso que tiene con su país y selección. Luego de lo que dijo nos pusimos de acuerdo rápidamente y me quedó una sensación muy buena sobre él“.

Yo no puedo poner delante de un nombre propio el bienestar de una selección. No podía ser Vidal o yo. A mí me interesa el día a día y cómo trabaja. No hubiese tolerado faltas de respeto durante los trabajos“.

Según planteó, “lo que sucedió en la Selección de Chile es experiencia y se aprende (…) los cuestionamientos de la prensa son normales, porque los resultados no se daban“.

Gareca concluyó que “asumo la responsabilidad de lo que pasó. Lo entiendo y no le reprocho nada a nadie, porque sé cómo son las reglas del juego: el primer fusible es el DT“.

Notas relacionadas








Se están riendo de nosotros

Se están riendo de nosotros

Siempre lo supimos, tuvimos todas las señales, pero algo, quizás esa autocomplacencia de creernos impolutos y “no como nuestros vecinos”, nos impidió hablar claro, detener la corrupción y actuar como decimos que hay que actuar.

Foto del Columnista Matías Del Río Matías Del Río