La Fórmula 1 vive un verdadero terremoto. Después de dos décadas, durante esta jornada se dio a conocer el despido de Christian Horner como jefe del equipo de Red Bull Racing. Se trata de un paso hacia una nueva época para la escudería, luego de que el británico consiguiera seis títulos de constructores y ocho de pilotos en 20 años de carrera, de la mano de Sebastian Vettel y Max Verstappen.
Horner se había incorporado al equipo en su creación al reemplazar a la escudería Jaguar, justo antes de la temporada 2005. Bajo su mando, cosechó 124 victorias de carrera, 287 podios y más de 8.000 puntos en el campeonato del mundo.
Atrás quedaron esas épocas de gloria para el británico casado con una de las Spice Girls —Geri Halliwell, conocida en el grupo como Ginger Spice—, luego de que un conjunto de tensiones y crisis internas terminaran por generar su caída, acompañada también por los malos resultados en esta temporada. De hecho, por primera vez en diez años, el equipo tiene chances de caer a la cuarta posición.
Investigación por conducta sexual inapropiada y salida de personal
Uno de los episodios más duros y críticos en la exitosa etapa de Christian Horner por Red Bull fue la investigación interna a la que fue sometido por una presunta conducta sexual inapropiada en 2024, cuando fue denunciado por una empleada del equipo. A pesar de que fue absuelto de cualquier delito, la filtración de unos supuestos mensajes en internet volvieron a encender las alarmas de desconfianza sobre el hombre de 51 años.
El éxodo de personal clave también mermó la estabilidad que disfrutaba el británico en la escudería. En 2024, el ingeniero Rob Marshall pasó a McLaren, que esta temporada está liderando los campeonatos de conductores y de pilotos. Solo unos meses después lo hizo Adrian Newey, descrito en el paddock como un genio del diseño de autos, quien llegó a Aston Martin, acusando que Horner quería reducir su carga de trabajo.
A estas salidas se sumaron otras de peso, como el director deportivo Jonathan Wheatley y la de Will Courtney, jefe de estrategia de carrera. Dicha situación generó una crisis deportiva interna, en donde no se ha podido encontrar un conductor que acompañe los resultados de Verstappen, quien se ha quejado en más de una ocasión por el mal funcionamiento del auto esta temporada.
Vacío de liderazgo, disputa con el padre de Verstappen y su posible salida
Mientras todo aquello sucedía, la alta cúpula de Red Bull también se desmoronaba y tenía estrecha relación con la muerte de Dietrich Mateschitz, fundador y propietario de la empresa de bebidas energéticas. “El edificio empezó a tambalearse con la muerte del cofundador de Red Bull, Dietrich Mateschitz, en 2022″, dijo el periodista británico Mark Hughes en The Race.
Las diferencias internas llegaron a la esfera pública. El punto de ebullición lo protagonizó Horner con Jos Verstappen, papá de Max, quien fue señalado de estar detrás de la presunta denuncia de comportamiento inadecuado contra el jefe del equipo. La disputa mermó la relación con el tetracampeón que ahora está siendo seducido por Mercedes.
Finalmente, el CEO de Red Bull, Oliver Mintzlaff, ante lo que sentía que era un poder interno demasiado fuerte de Christian Horner, terminó por desencadenar su salida. Aún así los motivos específicos aún se desconocen, en una etapa de descanso de dos semanas en la F1 hasta el Gran Premio de Bélgica, que se disputará el domingo 27 de julio.