Universidad de Chile quedó eliminado de Copa Sudamericana tras caer por la cuenta mínima en su visita a Lanús, en un encuentro marcado por un pésimo arbitraje e incidentes protagonizados por jugadores azules tras el pitazo final.
El encuentro se inició con polémica apenas a los 120 segundos, cuando Cardozo entró con una plancha a la rodilla a Javier Altamirano, que el árbitro Herrera solo sancionó con tarjeta amarilla para el defensor granate.
El juez venezolano otra vez se vio envuelto en la controversia, cuando a los 31 minutos desestimó una mano de Fabián Hormazábal en plena área de la U a instancias del VAR, a pesar de los airados reclamos de los jugadores de Lanús.
En el complemento intervino nuevamente el VAR, ya que a los 52 minutos Felipe Salomoni silenciaba a La Fortaleza tras poner en ventaja a Universidad de Chile, pero dicho gol fue anulado por offside en el inicio de la jugada por Lucas di Yorio.
Diez minutos después, la polémica se instaló cuando Rodrigo Castillo anotaba el único gol del encuentro, que le daba el pase a la final de la Copa Sudamericana a Lanús, ya que una mano involuntaria en el origen no fue estimada, a lo que se sumó una pésima cobertura de Matías Zaldivia – quien tuvo una semifinal marcada por los errores – terminaron con una lúcida jugada de Marcelino Moreno, que habilitó al atacante local para el 1-0.
Con el pitazo final se vinieron los incidentes, donde jugadores de la U. de Chile se enfrascaron en una gresca con jugadores locales y miembros de la seguridad, lo que presume que la Conmebol por enésima ocasión sancionará a los azules.