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Un Mundial de 12 grupos y 48 equipos: qué se puede esperar de la próxima edición con el nuevo formato instaurado por la FIFA

Entre el negocio, la diplomacia y el fútbol: los desafíos que marcarán la edición del Mundial 2026.

Un Mundial de fútbol es sinónimo de emociones, épica y recuerdos imborrables, algo que sin duda se espera de la edición 2026, sin embargo el mayor evento deportivo del mundo trae consigo un asterisco grande: el nuevo formato de 48 equipos divididos en 12 grupos. Más partidos se traduce en más dinero, pero, ¿realmente eso implica un mejor espectáculo?

Más plazas implica la presencia de equipos inéditos: Cabo Verde, Curazao, Jordania y Uzbekistán serán debutantes. Y a pesar de que es innegable la emoción que tienen sus jugadores y fanáticos por estar por primera vez en una cita planetaria, lo cierto es que para los neutrales, como nos toca en Chile, es difícil entusiasmarse con este tipo de equipos con poca tradición futbolera.

Con más participantes, los candidatos reales se separan aún más, quienes podrán pasar sus grupos de manera más sencilla al enfrentarse a rivales de menor calibre. Al generarse una sensación de previsibilidad, el torneo puede caer en una fase de grupos plana, tomando mayor emoción recién a partir de la fase eliminatoria.

Más allá del formato: los otros factores rodeando el Mundial

Paralelamente, varios de los focos políticos más tensos parecen haber sido desactivados. Ucrania aún podría alcanzar la fase final y Rusia continúa vetada, mientras que Israel no logró clasificarse. Irán, en cambio, sí viajará a Estados Unidos, pese a que recientemente amenazó con boicotear el sorteo en Washington por disputas de visado.

El contexto político también se cruza con el rol del principal anfitrión. Estados Unidos organizará la mayor parte de los partidos, y la relación entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el titular de la FIFA, Gianni Infantino, ha generado comentarios. Aunque Infantino insiste en que trabaja con cualquier gobierno en funciones, su cercanía con Trump ha llamado la atención, especialmente porque el dirigente ha estado mucho más presente en Estados Unidos que en México o Canadá.

Trump, por su parte, ha lanzado críticas contra algunas sedes que considera bastiones liberales, como Boston o Seattle. En un escenario extremo, no sería impensable que amenazara con retirar partidos como gesto político, aun si esas advertencias no se concretan. Un movimiento así provocaría problemas logísticos, legales y de imagen para la FIFA, aunque también es posible que todo quede en simples palabras.

La mesa está servida y el Mundial de 48 equipos ya es una realidad. Sin embargo, el nuevo formato junto al fuerte tinte geopolítico se mezclan en un experimento que podría salir afectando a la FIFA y al producto más preciado del deporte rey.

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